A las siete y un minuto de la mañana del pasado martes, recibí un correo electrónico alertándome sobre la difícil situación de los “multimillonarios en apuros”.
Se había creado una nueva fundación para canalizar donaciones a los multimillonarios en apuros que se enfrentan a las peticiones de impuestos a los superricos, según explicaba, o mejor dicho, intentaba explicar, un comunicado de prensa. Para que ningún lector fuera tan tonto como para no darse cuenta de que el martes pasado era 1 de abril y que los multimillonarios no necesitan donaciones, el comunicado comenzaba con estas palabras, en rojo brillante: “No es un comunicado de prensa: ¡Feliz Día de los Inocentes!”.
Los chistes han perdido su humor debido a la excesiva timidez en un mundo volátil.
Ya que el objetivo de una broma del Día de los Inocentes es, como ya saben, engañar, llamé a 350.org, el grupo de campaña climática responsable del correo electrónico, para preguntar por qué habían descartado cualquier posibilidad de engaño desde el principio.
“Nuestro departamento legal expresó su preocupación”, dijo un portavoz. Nadie quería que esta medida resultara contraproducente en EEUU, donde la administración Trump está desmantelando las políticas climáticas a un ritmo vertiginoso. Además, el grupo no quería agravar la situación en “una era de desinformación”.
¡Ay, pobre Día de los Inocentes! Te gozamos mientras pudimos. La gente lleva al menos 10 años prediciendo la muerte de esta alegre costumbre, primero porque el internet iba a ofrecer un torrente tan constante de chistes que un solo día dedicado a ellos se volvería redundante; luego, porque una avalancha de estafas y desinformación en línea nos haría desconfiar de las bromas.
La tradición sobrevivió, pero este año, sus días parecen estar contados. 350.org no fue la única organización que sucumbió a una excesiva precaución que socavó los chistes y las bromas esta semana. El anuncio de Bluesky de un límite de 299 caracteres para las publicaciones podría haber sido ligeramente gracioso para quienes sabían que el límite actual era de 300, hasta que la plataforma añadió las palabras: “¡Feliz Día de los Inocentes!”. Nutella emitió la misma advertencia por si acaso molestaba a alguien con su invitación a reservar unas vacaciones en su nuevo alojamiento Nutella BnB. Una empresa estadounidense de decoración del hogar que presentó una tela de sofá con un estampado que parecía manchas de vino tinto “para el amante del vino en tu vida” publicó poco después que oólo bromeaba.
Todo esto hace que uno se pregunte si las empresas deberían replantearse su esfuerzo de décadas para explotar el potencial publicitario del Día de los Inocentes.
La cadena estadounidense de comida Taco Bell causó sensación cuando, en abril de 1996, publicó anuncios a página completa para anunciar que había comprado la Campana de la Libertad para ayudar a reducir la deuda nacional y que la rebautizaría como Taco Liberty Bell. La maniobra causó indignación en todo el país. Fue noticia en las cadenas de televisión. Incluso la Casa Blanca se involucró cuando el secretario de prensa de Bill Clinton bromeó ese mismo día con que el Monumento a Lincoln sería restaurado por Ford y rebautizado como Monumento a Lincoln Mercury.
Pero esto era en 1996, cuando los periódicos impresos se vendían por millones y no existían Google, Facebook ni el iPhone.
Intentar recrear un momento así en el frenético panorama mediático actual tiene poco sentido. Sin embargo, las empresas siguen intentándolo, a pesar de las señales de reacción negativa.
El Reino Unido es un bastión de las bromas del Día de los Inocentes, pero aún así, solo el 35% de los británicos afirmó en 2021 que les gustaba que las empresas hicieran bromas del Día de los Inocentes.
Para ser justos con las empresas, el país aún estaba en medio de la pandemia en ese momento y el covid había trastocado la actitud hacia todo tipo de tradiciones. El 1 de abril de 2020, mientras el mundo se apresuraba a confinarse, las encuestas de YouGov revelaron que solo el 15% de los británicos pensaba que se debería fomentar el Día de los Inocentes ese año.
YouGov no formuló exactamente la misma pregunta este año, pero sí arrojó una idea reveladora al preguntar cuántas personas planeaban hacerle una broma del Día de los Inocentes a alguien esta semana. Más del 60% dijo que era “muy improbable” hacerlo. Tan solo el 12% dijo que era probable.
Algunos dirán que deberíamos estar agradecidos por incluso ese 12% cuando el mundo se enfrenta a una inminente guerra comercial a manos de un líder estadounidense que amenaza con tomar el control de Groenlandia y convertir a Canadá en el estado número 51.
Creo que esto demuestra por qué las bromas del Día de los Inocentes continúan y por qué debemos tomar el humor en forma más en seria que nunca.