El emprendimiento como respuesta al desafío climático
Gina Ocqueteau Emprendedora
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Gina Ocqueteau
El domingo, en la última edición de DFMas, nos enteramos de una excelente noticia para nuestro país. El chileno Gonzalo Muñoz, Champion de la COP 25, fue condecorado por la Reina Isabel II gracias a su aporte en las políticas de reducción del cambio climático en Reino Unido y el mundo. Además, Muñoz acaba de ser nombrado presidente de la junta asesora del Climate Champion Team, rol desde el cual deberá liderar la agenda global para el cumplimiento de los compromisos ambientales que tanto países, ciudades y empresas asumieron para reducir las emisiones y lograr la carbono neutralidad en 2050.
Es destacable la “pole position” que está consiguiendo nuestro país para cambiar el mundo y combatir los efectos de la crisis climática con propuestas creativas, innovadoras y dignas de imitar. Pero existe también un factor que es oportuno destacar y que puede servir de inspiración para futuras generaciones, y para quienes hoy recién están comenzando con sus proyectos y startups: Como fundador de Triciclos y Manuia –ambas empresas con un fuerte foco sustentable–, Gonzalo Muñoz proviene del mundo del emprendimiento, y es desde este punto de partida donde se sientan las bases para los hitos de su trayectoria que estamos presenciando hoy.
“Existen varias áreas donde la empresa puede florecer y ayudar a mitigar los riesgos medioambientales. Chile cuenta con el talento, los recursos y el potencial de transformarse en un ‘hub’ regional de emprendimiento sustentable”.
Suena muy lógico y natural, si lo analizamos en detalle. Cuando alguien decide emprender, lo hace porque está detectando una necesidad o problema no resuelto dentro de la sociedad y que, además, ha vivido en carne propia. Esa visión hace que la persona busque nuevas formas de hacer las cosas como parte del ADN del emprendimiento, el cual muchas veces simplifica procesos, busca soluciones alternativas y pone en marcha disruptivas oportunidades de negocio.
Pensemos ahora en lo beneficiosos que podrían resultar estos atributos si los aplicamos al campo de las soluciones que se lanzan al mercado para combatir el cambio climático. Una startup o emprendimiento puede contribuir desde el día uno con la carbono neutralidad tanto interna como externamente. En el primer caso, porque tienen la flexibilidad suficiente para tomar conciencia del impacto que generan en cada una de sus actividades y trabajar desde el inicio para minimizar los efectos negativos. Y si la empresa, de cara a la sociedad, ofrece al mercado una propuesta sustentable la ganancia es doble, ya que contaremos con talentos innovadores para enfrentar desafíos globales.
Actualmente existen varias áreas donde el emprendimiento puede florecer y ayudar a mitigar los riesgos medioambientales, entre ellas: transporte sustentable, inteligencia artificial, eficiencia energética, economía circular, gestión de residuos, energías renovables, edificios verdes, tecnología aplicada a la industria agrícola y muchísimas más. Si a las ideas que surjan en estas áreas podemos entregarles el apoyo y financiamiento necesarios para que puedan convertirse en negocios reales, sin duda todos podemos beneficiarnos de su crecimiento y desarrollo.
El caso de Gonzalo Muñoz es admirable y digno de valorar, pero no pensemos ni por un momento que es el único. Chile cuenta con el talento, los recursos y el potencial de transformarse en un “hub” de emprendimiento sustentable dentro de la región. Confiemos más en lo que tenemos y aportemos con herramientas para que los emprendedores puedan consolidarse y, de paso, logremos las metas de carbono neutralidad de manera colaborativa y eficaz.