Columnistas

Dime junto a quién votas y…

FERNANDO BARROS TOCORNAL Abogado, consejero de Sofofa

Por: FERNANDO BARROS TOCORNAL | Publicado: Viernes 1 de diciembre de 2023 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

FERNANDO BARROS TOCORNAL

El país parece indiferente al nuevo proceso electoral derivado del acuerdo político alcanzado en el fragor de la violenta crisis que reventó en octubre de 2019 y que se aplacó, en parte, con el sacrificio de la Constitución Política de 1980.

Una parte de la población percibe esta quinta etapa constitucional como algo muy distinto de la que tuvo lugar el 4 de septiembre de 2022, cuando Chile concurrió masivamente a votar y el 62% rechazó el proyecto de constitución que refundaba nuestro país, evidenciando así el firme compromiso con los principios fundamentales de la institucionalidad de nuestra historia constitucional.

“Quienes tienen la ilusión de que el triunfo de la opción En Contra significaría el cierre del proceso constitucional y la ratificación del texto de 1980 ciertamente no están al tanto de las reservas ya manifestadas sobre ese aparente compromiso”.

Un nuevo proceso, con expertos designados y consejeros electos, ha dado lugar a una propuesta estructurada sobre principios o bordes aprobados por una amplia mayoría de las fuerzas políticas representativas del sentir nacional.

Este proyecto no pretende un nuevo Chile ni la discriminación de sus habitantes en razón de etnia o sexo, no crea privilegios arbitrarios para unos ni debilita los derechos fundamentales, sino que mantiene como pilares los valores esenciales de nuestra nacionalidad, un Chile unitario y diverso en sus orígenes y creencias, fortaleciendo los derechos de las personas y estableciendo derechos sociales exigibles por los ciudadanos, con la correlativa obligación del Estado de proveerlos de manera realista y responsable. La iniciativa da un paso importante en la modernización de las instituciones claves de la República y favorece el juego político dentro de conglomerados representativos de las mayorías, desincentivando la caótica fragmentación de fuerzas al interior del poder legislativo.

Los que ayer estaban embriagados por la euforia destructora del Apruebo a un proyecto revolucionario y no pierden la esperanza de volver a imponer lo que Chile ya rechazó, hoy mantienen una baja presencia. Sin embargo, usan a sus figuras destacadas para promover el voto En Contra, mientras invisibilizan al Partido Comunista, al Frente Amplio, a la Revolución Democrática de las platas de las fundaciones y a otros grupos extremos, ocultando que son los partidarios del Apruebo los que hoy promueven la opción En Contra y el negativo efecto para nuestro país de un resultado adverso al proyecto.

La ausencia de percepción sobre la relevancia de lo que está en juego ha dado pie para que unos critiquen la propuesta en base a disquisiciones académicas, otros emitan juicios errados o derechamente falsos sobre sus disposiciones o su real alcance, y algunos se sumen al voto contrario al proyecto por afanes de protagonismo.

Quienes tienen la ilusión de que el triunfo de la opción En Contra significaría el cierre del proceso constitucional y la ratificación de la Constitución de 1980 ciertamente no están al tanto de las reservas ya manifestadas sobre ese aparente compromiso, que sólo es una declaración estratégica, y que la real intención es la de, tan pronto puedan, reiniciar conflictos sociales que terminen en un nuevo proceso hasta que la misma minoría hoy gobernante logre imponer un Chile en el que, en definitiva, los ciudadanos estemos al servicio del Gobierno y del Estado.

El proyecto que se plebiscita trae al siglo XXI la Constitución vigente, mantiene todos sus aspectos fundamentales y la enriquece en los principios de un estado subsidiario y activo en la solución de las necesidades de los ciudadanos, por lo que su aprobación permitirá cerrar un capítulo complejo y retomar la senda del crecimiento y desarrollo de Chile y los chilenos.

Lo más leído