DF Tax | Exenciones tributarias sí, pero también más y mejor fiscalización
Magdalena Brzovic, socia de Brzovic & Cía. y de la alianza con Fontaine & Cía.
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Magdalena Brzovic
El ambiente de discusión tributaria en el Congreso y en los medios está caldeado. Responde a la vieja lógica de los extremos: los ricos no quieren más impuestos y el Fisco necesita más recursos.
Plantear la eliminación de exenciones de un plumazo y aumentar impuestos trae efectos negativos y su recaudación es incierta. Antes de ir por ese camino, parece necesario entregar algunos datos.
La Subdirección de Informática del SII tiene un presupuesto anual de $8.000 millones, pero requiere, según sus propias estimaciones, de al menos $24.000 millones.
Si se le entregaran esos recursos, con toda la información que el SII tiene, podría realizar una labor de fiscalización eficiente y que rindiera grandes frutos. De esta manera, saldríamos de la discusión ideologizada asociada generalmente al sistema impositivo y pasaríamos a dotar al Estado de los recursos que necesita para cumplir con su labor.
No sé si será necesario contratar más fiscalizadores, pero lo que sí sé es que con la información que actualmente registra el SII se podrían hacer los cruces necesarios que permitirían poner las energías en donde su labor sea fiscalmente rentable.
Es importante además recordar que con motivo de la pandemia, el SII ha tenido una inmensa cantidad de trabajo extra, como la entrega de bonos, IFE, etc. Nuestros legisladores, junto con entregar beneficios a la población, olvidaron que el SII requería al menos de recursos adicionales para cumplir esa labor.
Estudiar seriamente las exenciones tributarias es un imperativo y entregar propuestas para perfeccionarlas es éticamente urgente. Dicho en otras palabras, perfeccionemos lo que tenemos para que los beneficios lleguen efectivamente a sus legítimos destinatarios y sancionemos enérgica y efectivamente a los evasores, abusadores de un sistema que no fue pensado para ellos.
Si usted comparte estas ideas, concluirá que el camino de la discusión tributaria debe tomar un nuevo rumbo: el de fiscalizar adecuadamente la recaudación de impuestos con más y mejores instrumentos y perfeccionar la legislación tributaria de las sanciones para que los evasores, que en general salen impunes o marginalmente afectados, sean duramente sancionados.
Seguir obligando a las personas a pagar más impuestos, a entregar más información personal de sus cuentas bancarias, etc., terminará probablemente en un 18/O de los contribuyentes.
Propongo apoyar decididamente la devolución del IVA a los más pobres vía transferencias directas, impulsar el impuesto negativo a la renta, modificar el Código Tributario para que vayan a la cárcel los abusadores, pero no continuar con la añeja cantinela de subir impuestos sin exigir al Estado una rendición seria acerca de en qué se gastan nuestros impuestos.
Y, finalmente, obligar a nuestros legisladores a entender por qué deben entregar mayores recursos a los organismos que recaudan los impuestos en Chile.