Elecciones norteamericanas y el dólar
Dalibor Eterovic Managing Director & Economist The Rohatyn Group (TRG)
- T+
- T-
Dalibor Eterovic
El ciclo político norteamericano comienza el 3 de febrero con las primarias demócratas de Iowa. Las últimas encuestas dan las mayores posibilidades de obtener la nominación a dos candidatos que comparten el ser hombres blancos de más de 75 años, pero con visiones políticas diametralmente distintas.
El ex vicepresidente de Obama, Joe Biden, apuesta por formar una coalición entre afroamericanos, latinos y atraer a esos independientes del centro del país que al ver sus empleos en el sector industrial desaparecer, votaron por Trump, pero antes votaban demócrata. Su plataforma se basa en la moderación, capacidad para dialogar con los adversarios y esperar que la mayoría del país quiera volver a tener un Presidente “normal”. Por otra parte, el senador por Vermont, Bernie Sanders, representa el ala más izquierdista del partido y busca llegar a la Casa Blanca a través de los movimientos sociales y un set de propuestas populistas que tendrían como objetivo reformar dramáticamente el sistema de salud norteamericano y redistribuir ingreso gravando al 1% más rico.
PredictIt, el mercado de apuestas políticas, le asigna por ahora una probabilidad de 49% a la reelección de Trump, un 26% a que gane Sanders y un 18% a Biden. Así, la probabilidad de tener un populista, sea de derecha o izquierda, dirigiendo el país hasta enero de 2025 es de 75%.
Para la dirección global del dólar no da lo mismo quién gane. De reelegirse Trump, lo mas probable es que continúe su política externa confrontacional hacia China y la Eurozona. Dado el escenario base de un Congreso dividido, donde los demócratas controlan la Cámara Baja y los republicanos el Senado, la capacidad del Presidente de aprobar políticas domesticas será muy reducida. El nivel de incertidumbre política de los últimos años se mantendría, siendo un lastre para el crecimiento global, pero sin descarrilar a la economía norteamericana, que crecería bajo potencial. Esto es consistente con un dólar mas bien plano y volatilidad recurrente en los activos financieros.
Por otra parte, de ganar el senador Sanders, es muy difícil que pueda implementar las propuestas más radicales de su programa, pues ni siquiera contaría con apoyo total de su partido. Sin embargo, es muy probable que enfrentemos un ajuste en la Bolsa norteamericana de al menos 20%, lo que más que revertiría las ganancias de utilidades por la baja tributaria. De acuerdo a modelos de la Reserva Federal, una baja de esta magnitud se traduce en una reducción en la actividad de 0.4pp, lo que haría que la Fed baje tasas el próximo año en al menos 100pb, llevándolas cerca del piso de 0-0.25%. Este escenario, después de la volatilidad inicial, es consistente con un dólar que se deprecia, lo que históricamente ha sido positivo para activos emergentes.
Finalmente, de ganar Biden, su foco moderado entregaría una reducción significativa en la incertidumbre, ayudando a compensar los efectos sobre las utilidades de las empresas norteamericanas de retornar a niveles de impuesto pre-Trump. Esto es consistente con una depreciación gradual del dólar y quizás es lo más benigno para un crecimiento global sincronizado.