Chile y el problema del pavo
Dalibor Eterovic Managing Director & Economist The Rohatyn Group
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Dalibor Eterovic
Chile está atravesando un número de eventos sin precedentes. Cambios constitucionales con hoja en blanco y un vuelco populista plasmado en múltiples retiros de fondos de pensión y gasto fiscal procíclico, tienen una economía con alta incertidumbre y un enorme exceso de liquidez. Bajo este contexto, utilizar parámetros históricos para intentar cuantificar los efectos de estas medidas sobre los distintos precios financieros de la economía podría ser ineficiente, o incluso contraproducente.
Un buen ejemplo de las dificultades de pronosticar con información incompleta es el problema del pavo, descrito por Nassim Taleb en su libro “Anti Frágil”. Ahí presenta la siguiente situación. Un granjero alimenta diariamente a un pavo. Cada día que pasa el pavo aumenta su confianza (estadística) de que el granjero continuará alimentándolo al día siguiente. Esto igue hasta que llega el día antes de Acción de Gracias y el pavo se lleva una tremenda y negativa sorpresa. Su limitada experiencia pasada no le servía de nada para predecir el futuro.
Llevando esto a la política monetaria, los distintos modelos estadísticos que se utilizan para determinar los efectos de la liquidez sobre la economía y la inflación, el crecimiento potencial y la tasa de interés neutral se calculan con datos pasados, que por cierto no incluyen eventos como los que el país está atravesando en la actualidad. La política monetaria debe, entonces, ser mucho más flexible dada la alta incertidumbre que se opera respecto a los parámetros estructurales.
Una solución es la que propuso el gobernador de la Reserva Federal norteamericana Jerome Powell, en 2018, en su presentación en el seminario de Jackson Hole. Ahí expuso que en un escenario en que las estrellas (tasa neutral y crecimiento potencial) son cambiantes, lo mejor es enfocarse en el balance de riesgos entre políticas alternativas y elegir la opción que tiene menor costo en caso de equivocarse. Para Estados Unidos en ese momento, los riesgos eran subir la TPM más rápido y frenar la economía, o mantener las tasas bajas y generar presiones inflacionarias. La FED terminó inclinándose por la segunda alternativa, ya que, si la inflación empezaba a subir, estimaban que podían responder con mayores tasas sin generar una recesión.
El Banco Central de Chile enfrenta una disyuntiva de política similar. Pero en este caso, los costos de generar presiones inflacionarias persistentes con impacto negativo sobre la estabilidad financiera son mayores que los de desacelerar la economía hacia niveles de actividad más sostenibles a través de tasas más altas. El Banco Central hizo bien en acelerar el paso de sus alzas de tasas en la reunión pasada. Hacia adelante, el balance de riesgos llevaría la trayectoria de la TPM a la parte alta del corredor de tasas presentado en el último IPoM.