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Alto contrasteCuentas nocionales versus cuentas individuales
Alejandro Charme, abogado, experto en previsión social.
Estamos a mitad de año, se cerraron los diálogos sociales sobre pensiones, la Convención hizo su propuesta de articulado para garantizar el derecho a la seguridad social y se nos viene agosto, mes en el cual el gobierno anunció que presentaría el proyecto de reforma previsional.
Hay consenso en que una de las principales razones de las bajas pensiones en Chile es la baja tasa de cotización. Si la comparamos con el promedio OCDE, Chile cotiza solo 2/3 de dicho promedio. Luego, el gran dilema que debemos enfrentar es qué haremos con los puntos porcentuales adicionales de cotización (p.p.a.). Sin embargo, algunos -con ánimo refundacional- piensan qué hacer con la cotización total, esto es, el 10% actual más los p.p.a. Es así como en estas propuestas empiezan a circular las denominadas cuentas nocionales, término poco conocido para los chilenos.
Una cuenta nocional es una anotación virtual de las cotizaciones de un trabajador/a que generan una rentabilidad también nocional que, en términos simples, es ficticia, puesto que se indexa a factores como el aumento del PIB, incremento real de los salarios u otros que permiten contrarrestar las inequidades del mundo laboral. Esta rentabilidad asignada resulta ser menor que la rentabilidad de mercado, dado que con las cotizaciones debemos financiar no solo la pensión del titular sino también las de su generación (solidaridad intra generacional) y la de los pensionados/as actuales (solidaridad intergeneracional). Para garantizar el cumplimiento de esta obligación, el Estado debe crear un Fondo Colectivo para el depósito e inversión de estas cotizaciones destinado únicamente a este fin. Sin embargo, si no existe este fondo, las cotizaciones entran a arcas fiscales sin destino específico protegido y el derecho a una pensión con monto definido pasa a ser un cheque a fecha o una promesa de pensión que dependerá de los ingresos fiscales al momento en que se pensione la persona. Algunos países para dar cumplimiento a su obligación han rebajado los beneficios modificando la rentabilidad nocional mediante una reforma legal.
Por su parte, las cuentas de capitalización individual ofrecen la rentabilidad de mercado, la que debe ser vista a largo plazo, los recursos pertenecen al trabajador/a en propiedad, por lo que se destinan íntegramente al pago de su pensión o de la pensión de sobrevivencia de sus beneficiarios y, si estos no existen, se destinan a herencia.
Luego, para la solución de este gran dilema debemos tener a la vista tres aspectos relevantes: a) las personas valoran la propiedad de su ahorro y el reconocimiento de su esfuerzo personal, siendo este un incentivo importante para cotizar; b) el Estado ahorra gasto público con las cuentas nocionales, dado que surge una nueva fuente de ingresos fiscales -las cotizaciones de los trabajadores formales; y c) la informalidad en Chile es alta y los trabajadores transitan de formal a informal y viceversa, por lo que la solidaridad dada en el pilar contributivo resulta ser menos equitativa que la entregada por los impuestos generales de la nación, en donde todo Chile aporta.
