Valor a largo plazo y propósitos corporativos

Cristián Lefevre

Los directorios se enfrentan a desafíos como el escrutinio de los stakeholders. En este contexto, establecer una estrategia respecto a cómo planean lograr retornos sustentables en el largo plazo es una gran preocupación, tal como destaca la última versión del Board Matters de EY.

 
La creciente desconfianza empresarial y el foco en desarrollar una estrategia de negocio que en ocasiones implica una rentabilidad en el corto plazo, por sobre las preocupaciones de los stakeholders, son el desafío que presentan las firmas en un entorno disruptivo, donde los efectos de la transformación digital, superan con creces la capacidad de adaptación del directorio y su agenda. La pregunta, entonces, es cómo nuestros directores hacen suyas estas exigencias del mercado, que demanda cada vez más agilidad, información oportuna y capacidad adaptativa, otorgando un enfoque en la sostenibilidad y desempeño. Los boards ahora están bajo presión para articular sus planes a largo plazo con el fin de demostrar una comprensión de cómo las tendencias en la sociedad actual afectan la creación de valor en sus negocios. En este tema hay que considerar la tendencia internacional de ESG, donde destacan el uso de energías, satisfacción de los empleados y la diversidad, y cómo estos elementos ayudan a la creación de valor.

Esto es un reflejo del hecho de que los diferentes stakeholders tienen prioridades particulares. El desafío que se presenta para la alta administración es de dejar en segundo plano las conversaciones destinadas a comunicar sus aspiraciones y desempeño a corto plazo, para ahora ampliar la agenda del directorio en discutir los factores que subyacen a la creación de valor. En el pasado, los directores tenían más injerencia sobre el rumbo que debe tomar la compañía y podían elegir qué partes enfatizar. Hoy, los inversionistas están cada vez más preparados para emitir sus impresiones referentes a los caminos que las empresas deben seguir en base a la información obtenida desde diferentes fuentes.

Lo anterior se basa en que hoy existen herramientas como extracción y análisis de datos, big data, RRSS, normas de transparencia, etc., con los que los inversionistas y otros públicos relevantes pueden construir su propia percepción del rendimiento y perspectivas de una empresa.

Dadas estas tendencias, hay interrogantes claves que los directores deberían formularse: primero, ¿los boards adaptan su estrategia de creación de valor en un entorno político, económico y social en constante cambio? Segundo, ¿cómo los stakeholders están evaluando el valor que la organización les brinda? Tercero, ¿el directorio es capaz de reconocer las necesidades de esos públicos? Cuarto, el compromiso social de las empresas está en constante cuestionamiento; entonces ¿los directores están involucrando genuinamente a sus stakeholders para cumplirlo? Y, por último, ¿tienen claro su propósito corporativo?.

Lo anterior refleja grandes desafíos en materia de gobierno corporativo para los próximos años. Estoy seguro que en Chile aprovecharán la oportunidad y responderán a las tendencias predominantes en materia de crecimiento económico, proteccionismo y regulación, demostrando ser referentes a nivel regional.