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COP28 desde la perspectiva de un inversionista

Axel Christensen Director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock

Por: Axel Christensen | Publicado: Martes 5 de diciembre de 2023 a las 04:00 hrs.
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Axel Christensen

La transición hacia una economía global con menores emisiones de carbono es una de las cinco megafuerzas o cambios estructurales que investigamos en BlackRock en busca de oportunidades de inversión. Por ello estamos siguiendo de cerca la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima (COP28) en Dubái, donde identificamos tres temas centrales.

En primer lugar, la resiliencia climática, la capacidad de la sociedad para prepararse y resistir los riesgos climáticos, es un tema que creemos que aún no es plenamente apreciado por los inversionistas. El Panel Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) ha informado de aumentos persistentes en las temperaturas medias anuales, las precipitaciones y los niveles del mar. También ha aumentado la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos agudos, como calor extremo e inundaciones generalizadas.

“La importancia de la resiliencia climática -la capacidad de la sociedad para prepararse y resistir los riesgos del calentamiento global- aún no es plenamente apreciada por los inversionistas”.

Vemos que las empresas que desarrollen productos y servicios que impulsen la resiliencia climática se convertirán en una oportunidad cada vez más reconocida. Por ejemplo, el número de fenómenos climáticos en Estados Unidos con daños superiores a los mil millones de dólares ha aumentado constantemente durante las últimas cuatro décadas. A medida que estos riesgos aumentan, se ven señales de una creciente demanda de soluciones de resiliencia climática, como, por ejemplo, los equipos de filtración de aire para hogares en el noreste de EEUU, donde la demanda se disparó a raíz de los incendios forestales de Canadá a principios de 2023.

Segundo, hay que seguir de cerca la evolución de las políticas que podrían desbloquear oportunidades de inversión en mercados, que enfrentarán los riesgos climáticos en niveles muchos más agudos, dada su mayor exposición a los daños climáticos físicos. Se estima que los mercados emergentes representarán más de la mitad de la demanda de energía y las emisiones de carbono para 2050.

Sin embargo, la inversión relacionada con la transición en estos países probablemente será menor que en mercados desarrollados, debido al mayor costo de capital por un mayor riesgo de inversión percibido y una mayor exposición al clima físico. Cerrar la brecha de financiamiento requeriría importantes reformas del sector público e innovación del sector privado, donde concurrirán tanto más capitales públicos como privados. Reformas exitosas podrían hacer que la inversión en los mercados aumente en promedio US$ 200.000 millones al año entre 2030 y 2050.

Por último, vemos que las políticas y las regulaciones impulsan el desarrollo de soluciones de resiliencia climática. Cualquier acuerdo de la COP28 sobre un plan global para la adaptación climática impulsará nuevas políticas. Ya existen varios incentivos para invertir en resiliencia, incluidos US$ 50.000 millones de políticas industriales en EEUU. Los países en la COP28 parecen preparados para acordar el objetivo de triplicar la capacidad para el 2030 y, sin embargo, el índice global de energía limpia del S&P ha bajado cerca de un 28% este año.

Incluso con este crecimiento de las energías renovables, satisfacer la demanda mundial de energía dependerá de la energía tradicional durante algún tiempo, y creemos que en ocasiones puede tener mejores resultados, especialmente cuando hay desajustes entre oferta y demanda.

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