Segundo tiempo de la Convención
Constanza Hube Profesora de derecho constitucional UC, convencional constituyente
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Constanza Hube
Hoy se cumplen seis meses exactos desde la ceremonia de instalación de la Convención Constitucional. Como muchos recordarán, lo que se esperaba que fuera una ceremonia republicana, el domingo 4 de julio del año pasado, estuvo lejos de serlo. Por el contrario, dicha jornada estuvo marcada por los discursos de la recién electa Presidente y el Vicepresidente de la Convención, quienes en vez de cumplir con su rol de dar garantías a los distintos convencionales constituyentes de una conducción imparcial de la Mesa Directiva electa en ese momento, utilizaron su rol para dar discursos reivindicadores y parciales.
Para el olvido fueron las bochornosas interrupciones a nuestro himno patrio en dicha ceremonia, no solamente por lo que ese hecho significó en sí mismo, sino que también por los niños de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles que interpretaron con profesionalismo y talento la canción nacional en medio de un ambiente agresivo, con gritos, insultos y pifias de parte de las autoridades recién investidas.
La conducción de la Mesa Directiva durante estos meses dejó bastante que desear en cuanto a lo que se esperaba que fuera una asamblea dialogante y respetuosa de la diversidad de opiniones, una convención que permitiera la construcción de lo que se denominó en su momento la “casa de todos y todas”. Esta expectativa chocó contra una lamentable pero esperable realidad, que tuvo decepcionantes episodios.
La petición de libertad a los mal llamados “presos políticos de la revuelta”; la negativa a conceder el minuto de silencio por Hernán Allende Ponce (un agricultor y dirigente comunal que murió asesinado debido a un incendio intencional en su casa en la comuna de Carahue); la no condena de la violencia como medio de acción política por parte de la presidente Loncón, argumentando que no tenía el “estándar de Mandela” para pedir que se bajaran las armas en La Araucanía. Estos son solamente algunos ejemplos.
Mucho se ha especulado respecto de los nombres para la nueva mesa directiva que se elegirá hoy en la Convención Constitucional. Sin embargo, más que nombres, me parece que el punto tiene que ver con el perfil y con el rol que le corresponderá cumplir a los nuevos presidente y vicepresidente, cual es terminar con la idea de refundación de nuestro país y dejar de lado la lógica de “buenos” y “malos”, de “vencedores” y “vencidos” y de “opresores” y “oprimidos.
Las nuevas autoridades que hoy se elijan tienen la obligación de enmendar el rumbo y dejar atrás el liderazgo impositivo y autoritario de Loncón y Bassa.
La misión que tendrá esta nueva Mesa directiva no es cualquiera: nada menos que conducir el segundo tiempo de la Convención Constitucional y cumplir con el mandato que nos entregó la ciudadanía, cual es redactar una propuesta de nueva Constitución. Las expectativas que tienen las personas que confiaron en este proceso ya están instaladas, esperemos que la izquierda esté, en esta ocasión, a la altura del desafío.