En un mundo donde más de la mitad de la población reside en áreas urbanas y se espera que esta cifra aumente en las próximas décadas, la planificación sostenible se ha convertido en un tema crucial.
Las ciudades enfrentan desafíos como el crecimiento descontrolado, la contaminación, la escasez de recursos y la falta de infraestructura adecuada. Para abordar estos problemas, es imprescindible un enfoque holístico que combine el desarrollo urbano con la sostenibilidad ambiental, social y económica, lo que se ha denominado “planificación urbana sostenible”.
“Chile enfrenta diversos desafíos en materia de planificación urbana. El crecimiento acelerado, la segregación socioespacial y la contaminación son algunos de los principales problemas”.
Esto implica el diseño de ciudades compactas, eficientes y resilientes, donde el transporte público, las áreas verdes, la eficiencia energética, la gestión de residuos y economía circular, y la equidad social sean pilares fundamentales.
Ejemplos significativos en este ámbito son, entre otros, Copenhague, que es un referente mundial en movilidad sostenible gracias a su infraestructura ciclista y su eficiente red de transporte público. Singapur ha implementado estrictas regulaciones ambientales y cuenta con una planificación urbana que integra vegetación en edificios y espacios públicos. En América Latina, Curitiba ha sido un modelo en transporte público y gestión de residuos, mientras que Medellín ha transformado su movilidad y tejido social a través de proyectos de urbanismo innovadores.
Por su parte, Chile enfrenta diversos desafíos en materia de planificación urbana. El crecimiento acelerado, la segregación socioespacial y la contaminación son algunos de los principales problemas.
Muchas ciudades chilenas enfrentan desigualdades territoriales que afectan la calidad de vida de sus habitantes. La integración de áreas verdes de calidad y el diseño de espacios urbanos inclusivos son elementos fundamentales para reducir estas brechas.
También lo es la seguridad en el espacio público. Cuando los habitantes se sienten seguros, utilizan más los parques, calles y plazas, fortaleciendo la convivencia y el sentido de comunidad. Además, la seguridad facilita el uso de transporte público, el comercio local y el turismo sustentable.
La necesidad de diseñar ciudades con un enfoque de accesibilidad universal, considerando a adultos mayores y personas con movilidad reducida en la planificación de espacios públicos y de infraestructura es esencial.
A nivel nacional, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) ha promovido la construcción de viviendas eficientes en términos energéticos y ha impulsado programas de regeneración urbana para mejorar la calidad de vida en barrios vulnerables. Además, se han desarrollado políticas para enfrentar el cambio climático, como el Plan de Adaptación al Cambio Climático para Ciudades. Sin embargo, aún queda la mayor parte por hacer.
Chile enfrenta un gran desafío que no puede soslayar, pues la planificación urbana sostenible es clave para garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Para lograrlo, se requiere una visión a largo plazo, políticas públicas adecuadas y la participación activa de todos los actores sociales.
En este sentido, es esencial fomentar diseños que prioricen la equidad, la cohesión social y la identidad cultural, asegurando que el espacio público sea un lugar de encuentro y bienestar para todos los chilenos.