Chile y la oportunidad del fortalecimiento climático
EDUARDO BITRAN Académico Universidad Adolfo Ibáñez, Director Espacio Publico
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EDUARDO BITRAN
En el Chile Mass Innovation Day en Boston, planteamos que la transición energética nos abre posibilidades impensadas de desarrollo sostenible, en la medida que enfrentamos la demanda de minerales críticos con un enfoque que aprovecha nuestras ventajas en recursos energéticos verdes para la producción limpia.
En el escenario energético de descarbonización futura, la Agencia Internacional de Energía (AIE) estima que la electrificación de la economía mundial subiría de un 20% de la demanda energética global en 2020, a un 31% en 2040. Esto implicaría que la demanda mundial de cobre suba de 25 millones de toneladas en la actualidad, a 32 millones de toneladas en dicha fecha.
“Chile puede ser un líder de la acción climática global, dando un salto en PIB, inversión y producción sustentable que nos permita salir de la trampa del ingreso medio”.
Considerando las dificultades para expandir la oferta mundial de cobre, se proyecta un déficit al 2040 que superaría los 6 millones de toneladas, que debería ser cubierto por proyectos nuevos de más alto costo y mayor reciclaje de chatarra. Esto permite proyecciones optimistas sobre los precios de largo plazo del cobre, lo que es una buena noticia para Chile, ya que poseemos el 30% de las reservas mundiales.
Para satisfacer la demanda vinculada a la descarbonización se debe desarrollar una oferta de cobre responsable, con trazabilidad certificada, baja huella de carbono e hídrica y menores residuos.
En este mismo escenario de la AIE la demanda mundial por litio subiría de alrededor de 740 mil toneladas de Carbonato de Litio Equivalente en 2022 a cerca de 6 millones en 2040, con una oferta con costos marginales de largo plazo superiores a US$ 25 mil la tonelada, lo cual es muy atractivo para Chile, dado sus menores costos de producción. Nuestro país, con las tecnologías adecuadas para minimizar el impacto hídrico, podría subir su producción de 200 mil toneladas el año pasado, a alrededor de medio millón de toneladas, generando en forma sostenible ingresos fiscales cercanos a 2% del PIB.
Las condiciones favorables para la producción de energías renovables y de hidrógeno verde podrían, además, permitir la exportación de amoniaco verde a un valor estimado de US$ 15 mil millones al 2040, con una nueva industria de combustibles sintéticos verdes. Tenemos más de 2 millones de hectáreas de plantaciones y más de 4 millones de hectáreas de renovales de bosque nativo degradado.
Si manejamos estas casi seis millones de hectáreas de modo de mantener la masa de plantaciones y aumentar la biomasa de bosque nativo mediante una gestión sostenible, podríamos aprovechar las 20 millones de toneladas de CO2 biogénico de las plantaciones y el aumento de la captura anual de CO2 de los bosques nativos por alrededor de 25 millones de toneladas, para producir una industria de combustibles sintético con un valor de producción de más de US$ 12 mil millones al año 2040.
Chile tiene la oportunidad de transformarse en un líder de la acción climática global, dando un salto en PIB, inversión y producción sustentable que nos permita salir de la trampa de los países de ingreso medio en que nos encontramos.