DF Tax | Apurarse a veces es bueno

Magdalena Brzovic

En los últimos días hemos leído en la prensa que grandes empresarios como Carlo Solari, presidente del grupo Falabella, se sumó a otros empresarios como los hermanos Paulmann (Cencosud) y Luis Enrique Yarur (Banco Bci) para iniciar un proceso judicial y concretar importantes donaciones a sus hijos.

¿Casualidad? En mi opinión definitivamente no. Todos sabemos que el gobierno del Presidente Boric busca a través de tres esquivos proyectos de ley subir los impuestos. Uno de esos tres proyectos se refiere al impuesto a la herencia. Conversaciones de pasillo, declaraciones en su plan de gobierno y alguna que otra voz off the record, advierten que van a ir por los super ricos y también por los que no lo son tanto.

“Es el momento para que reflexionemos, aún cuando no seamos ni Solari ni Paulmann, si es conveniente adelantar patrimonio a nuestra familia, aprovechando las normas existentes que sin duda se recrudecerán”.

Presumo sin temor a equivocarme que este proyecto de subir el impuesto a la herencia es lo que ha motivado a estos empresarios a donar a su familia, para así acogerse a las normas hoy vigentes bastante más benevolentes que las que vendrán.

Pensemos por ejemplo el caso de los bienes raíces. Si usted quiere donar un inmueble a su hijo, la ley permite que la base sobre la cual se pague el impuesto sea el del avalúo fiscal, salvo el caso de que ese bien raíz haya sido adquirido dentro de los tres últimos años y su valor de adquisición hubiese sido mayor. Es evidente entonces que el valor que buscará la nueva ley será el valor comercial, con el consecuente efecto de una mayor carga tributaria.

Y así podemos pensar en otras normas que le permitirán al fisco meterle la mano al bolsillo a los deudos en momentos de dolor, recrudeciendo aún más tan triste trance.

Es el momento entonces para que al menos reflexionemos aún cuando no seamos ni Solari ni Paulmann si es conveniente adelantar patrimonio a nuestra familia, aprovechando las normas existentes que sin duda se recrudecerán y permitirán a Boric y compañía contar con mayores recursos para implementar sus políticas públicas a costa de impuestos que, de por sí, son expropiatorios e injustos.