Ausencias en el proyecto de pensiones
Andrés Sanfuentes Economista
- T+
- T-
Andrés Sanfuentes
En el proyecto que modifica el sistema de pensiones se tocan asuntos importantes que han generado un amplio debate. Sin embargo, no han recibido comentarios algunas materias que no se tratan en la iniciativa. La razón podría ser que el gobierno no quiere innovar en la situación actual, pero son de gran importancia.
El primer tema es determinar quién es el representante de los imponentes, en varias decisiones que se deben adoptar con los fondos de pensiones que gestionan las AFP. No cabe duda que decidir la composición de los activos que permitan obtener la mayor rentabilidad corresponde a las AFP, en su calidad de administradoras de los recursos.
En este patrimonio hay acciones, especialmente de sociedades anónimas, y en la actualidad la definición del representante a la junta de accionista, donde se designan los directorios y altas autoridades de la empresa, está en manos de las AFP, en circunstancias que el “accionista” es el conjunto de imponentes, cuyos objetivos no tienen por qué coincidir. Estos últimos buscan maximizar su pensión de retiro, mientras las sociedades desean las mayores utilidades de su AFP y el acceso al poder. El argumento central de este privilegio es que son conocedoras del ámbito empresarial y, por lo tanto, escogerán a los mejores. Sin embargo, en una economía tan concentrada como la chilena, en que “los que mandan” son pocos y los mercados son escasamente competitivos, este mecanismo es otra fuente de llegada al poder.
Una alternativa es que el representante de los imponentes sea una entidad independiente y altamente calificada, similar al Consejo Técnico de Inversiones (CTI).
Entre las responsabilidades que tienen las AFP para rentabilizar los fondos de pensiones es buscar las mejores inversiones, ya sea en el país o el extranjero. En la actualidad, reparten los recursos en ambos frentes. El problema es que entre los objetivos nacionales está la estabilidad de los flujos financieros internacionales, especialmente porque sus oscilaciones de corto plazo afectan al tipo de cambio, sujeto a vaivenes que pueden impedir realizar proyecciones de largo plazo a los proyectos de inversión de exportación o sustitución de importaciones.
En muchos casos, las AFP realizan operaciones que implican salidas de capitales al exterior o retornos de recursos hacia Chile, en forma similar a otros agentes económicos que intervienen en los movimientos financieros hacia y desde el país, y que a veces, por su carácter pro cíclico, tienden a desestabilizar el tipo de cambio.
La responsabilidad de maximizar los objetivos de los fondos de pensiones recae en el CTI, cuyas finalidades están establecidas en la ley 20255: rentabilidad y seguridad. Para esos efectos, la composición del Comité parece adecuada, así como su funcionamiento, pero no tiene por objeto la estabilidad del tipo de cambio, que corresponde al Banco Central y, en menor medida, al Ministerio de Hacienda. Por lo tanto, existen entidades con objetivos no siempre coincidentes, por lo cual es necesaria la coordinación institucional en la búsqueda del bienestar económico social.
Los dos temas están asociados a aspectos centrales de la evolución del país y su futuro: la concentración del poder que actualmente existe, y los trastornos que ha ocasionado y sigue presentando la inestabilidad del tipo de cambio y el descontrol que genera en el fomento productivo.
En ambas materias es conveniente aprovechar el proyecto de modificación del régimen de pensiones, para definir una estrategia consensuada de largo plazo para superar escollos que afectan nuestro desarrollo económico.