¿Ahorrar o gastar? Mejor ahorrar al gastar
Rodrigo Sainz Ingeniero, CEO Mifuturofinanciero.com
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Rodrigo Sainz
Para la mayoría de las personas, el dinero que generan no proviene de tener activos, sino de trabajar, es decir, intercambiar parte de su tiempo por dinero. Lamentablemente, actualmente hay muchas personas sin empleo y es probable que quienes logren encontrarlo, lo encontrarán en el mercado informal, por ende condenados a no poder “ahorrar de manera obligatoria”. Todo por no recibir un sueldo “formal”.
¿No será que su “ahorro obligatorio” está mal concebido? ¿Y si en vez de que el ahorro provenga de un solo pago como porcentaje de un sueldo, pensáramos en captar ahorro ya no desde el ingreso, sino que desde el gasto? Como dijo el ministro Briones, ¿qué tenemos en común todos los que participamos en la economía? Todos gastamos. El flujo de egreso de las personas sigue ocurriendo, queramos o no, seguimos gastando (pero muy pocos siguen ahorrando). Hasta hace poco en Chile había casi 11 millones de cuentas con saldo positivo en ahorro previsional (Multifondos en AFP’s), pero tan solo 2,5 millones de cuentas de ahorro voluntario (Fondos Mutuos en AGF). Entonces, ¿cómo enfrentar de ahora en adelante la problemática del ahorro? ¿Debiésemos seguir decidiendo entre ahorrar o gastar? ¿Debiésemos seguir indexando nuestro ahorro al ingreso laboral? ¿O será mejor romper (en parte) este antiguo paradigma e indexar nuestro ahorro al gasto?
En Chile hay más de 11 millones de cuentas activas (en bancos, con tarjetas de débito). En promedio, las personas realizamos mensualmente 11 transacciones con tarjeta de débito (el Banco Santander tiene el máximo con 21 transacciones promedio mensual y el BancoEstado con un mínimo de ocho), siendo cada transacción por $17 mil pesos promedio. Es decir, las personas gastan en promedio $185 mil al mes con su tarjeta de débito (el menor monto está en BancoEstado con $110 mil y el mayor en Banco Santander, con $480 mil mensual promedio).
De lo anterior y utilizando tecnologías como Blockchain, podríamos “trackear” (identificar y registrar en una cuenta de ahorro) el gasto de las personas de menores ingresos y asignarles así el impuesto pagado en su consumo como subsidio a su ahorro personal (comprándole automáticamente trocitos de bonos del Banco Central emitidos también en Blockchain, por ejemplo). Siguiendo la misma lógica, podríamos también “trackear” a aquellos que decidan (y puedan) ahorrar voluntariamente, asignando un porcentaje de su gasto a ahorro (redondeos) en sus cuentas de activos financieros. En este último caso, la tasa de subsidio podría ser el mismo IVA, es decir, un 19% sobre sus redondeos.
En la práctica, esto permitiría asignar subsidio directo al ahorro no por renta, sino que por gasto, es decir, asignar ahorro de un 19% del consumo de personas de bajos (o no formales) ingresos, y por el lado del ahorro voluntario, los redondeos de los gastos podrían representar en promedio un 15% del total del gasto digital por persona. Con ayuda de la tecnología, hoy podemos indexar nuestro ahorro al gasto, sin calcular cuánto ahorrar ni menos tener que hacerlo una vez al mes. Por lo tanto, a la pregunta de ahorrar o gastar, la respuesta debiese ser, ahorrar al gastar.