Una hoja de ruta centrada en el crecimiento tendencial

En la medida que el debate constitucional comienza a moderarse, cabe analizar el legado en materia económica que dejará la actual administración.

Al respecto, basta recordar que, en el año 2022, saliendo paulatinamente de la recesión de la pandemia, el mundo creció 3,5%; América Latina lo hizo en un 4,1%, destacando países como Colombia, con 7,9%, y Panamá, con 10,8%; mientras que Chile avanzó solo 2,4%.

En el presente año, el FMI proyecta una expansión mundial de 3%, mientras que para América Latina la cifra está en torno a 2,4%, donde se destaca Brasil y México con expectativas por sobre el 3%. En este contexto, la proyección para Chile es 0%, lo cual sitúa a nuestro país entre los tres peores resultados: Argentina con -2,5%, Haití con -1,5% y Chile con 0%. Todo el resto de los países latinoamericanos crecerán más que Chile.

Para el próximo año la situación no es muy distinta, ya que la estimación del organismo internacional para Chile es de solo 1,6%, mientras que México se expandirá en más de 2,1% y Costa Rica en cerca de 3,2%, lo cual deja a nuestro país en el grupo de menor desempeño. Estamos así, ante un fenómeno que va más allá un hecho coyuntural y que refleja la menor capacidad de inversión y de creación de empleo.Dado lo anterior, es de esperar que el anunciado proyecto de ley anti tramitología se ingrese pronto a trámite legislativo y se le dé la urgencia que corresponda.