Un distrito descentralizador en Viña del Mar
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Señora Directora:
Aunque siempre preferimos las certezas, sabemos que el vínculo entre el sector público, privado, universidades y comunidad, además de complejo técnicamente, es borroso. Sospechamos sus beneficios, claro, pero ignoramos dónde están dibujados los atajos. Por eso la incertidumbre.
En Viña del Mar podríamos encontrar el ejemplo concreto que nos faltaba. Un polo de desarrollo y conocimiento especializado, tanto para empresas como para talento local, en medio de un reconvertido barrio industrial de fácil conectividad.
Es el Distrito de innovación V21 donde convivirán inversionistas, startups, centros de I+D, estudiantes y compañías con desafíos tecnológicos de impacto global.
En plena etapa de activación, con edificios que ya están a la vista y oficinas que pude recorrer amablemente, será clave la participación de todos en la transformación productiva de una ciudad que conocemos más por su turismo.
Podríamos aprender, de paso, cómo se despliega este modelo de colaboración de 4 partes en base a relaciones de confianza, puertas abiertas y una visión ambiciosa, pero compartida.
Esas conversaciones sobre innovación están ocurriendo justo ahora, sólo que fuera de Santiago.
Fernando Cea
Director de consultora Azotea
