Transparencia en jaque
Señor Director:
En los últimos meses, han quedado al descubierto fallas estructurales en los sistemas de control y una preocupante normalización de prácticas que atentan contra la transparencia. Cada nuevo caso de corrupción genera indignación, pero la falta de consecuencias refuerza la percepción de que en Chile la ética es opcional y el cohecho, un negocio rentable.
El impacto de esta crisis va más allá de lo moral. Afecta la inversión, desacelera el crecimiento y profundiza la desigualdad; las empresas extranjeras dudan sobre operar en un país donde las reglas pueden torcerse con influencias políticas; los emprendedores enfrentan barreras invisibles que premian el amiguismo en lugar del mérito; y los ciudadanos, cada vez más desencantados, ven cómo el país se estanca.
La integridad debe ser más que un eslogan y convertirse en un principio rector en la toma de decisiones. Las empresas deben liderar con el ejemplo, exigiendo estándares éticos a sus colaboradores y socios. Y cada persona, desde su propio espacio, tiene la responsabilidad de no ser cómplice de malas prácticas: denunciando, cuestionando y actuando con convicción.
José Ignacio Camus
Admiral Compliance