Propuestas de salud desfinanciadas
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Señora Directora:
Casi simultáneamente con el Día Mundial de la Salud, la comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional aprobó una serie de propuestas de reformas que serán sometidas a discusión. Si bien en éstas se destaca el derecho a un acceso oportuno a la salud, paradójicamente se coartan las libertades esenciales de las personas en la maraña de un carísimo sistema sanitario único, estatal y obligatorio. Asimismo, se obliga a los prestadores privados a funcionar sin fines de lucro y mediante otras normas, se termina con las concesiones hospitalarias y formas flexibles de subcontratación para asignar toda responsabilidad en salud al Estado.
Es interesante dimensionar la colaboración del sector privado que se desprecia: 15,4 millones de chilenos al año libremente se atienden en el sector privado; de 150 millones de prestaciones médicas el 43% son para pacientes Fonasa; 3,4 millones prefieren una Isapre; 7 millones cuentan con algún seguro complementario; el 52% de los médicos ejercen en el sistema privado; tan sólo 7.115 camas privadas -que representan el 19% de las camas- realizan el 45% de la intervenciones quirúrgicas del país; y existen 10 hospitales concesionados o en construcción.
Tal como señala una crónica en DF y diversos estudios, el Estado requerirá al menos US$730 millones anuales para financiar un sistema único de salud. Lamentablemente, en las propuestas constitucionales subyace una visión estatista y totalitaria, que prescinde de los esfuerzos realizados por empresarios y profesionales en el aseguramiento, en concesiones hospitalarias, centros médicos, laboratorios, pymes médicas, odontología y clínicas y, lo más importante, desecha la libertad de las personas para elegir en salud. Al final, se deteriorará la calidad de los servicios que recibirán los más vulnerables de nuestra sociedad.
Rafael Caviedes D.
Ex director de FONASA
María José Hernández L.
PhD economía
