“Portonazo” político
Señor Director:
Lo ocurrido el pasado miércoles en la Comisión de Trabajo de la Cámara es una mala noticia para Chile: no solo para los pensionados, sino también para la calidad de la política. Aunque no se quiera decir, muy posiblemente se marcó el fin de la reforma previsional del Gobierno.
Y es que no solamente se puso urgencia suma a la discusión, lo que implica un plazo de tan solo 15 días para discutir y votar, sino que, además, no se autorizó a los parlamentarios a argumentar su voto. Esto resulta completamente impropio en el lugar al que, por antonomasia, le corresponde deliberar sobre las políticas públicas. ¿Realmente la autoridad quiere llegar a un acuerdo? Si fuera así, lo mínimo sería discutir sobre más de 200 páginas de indicaciones que cambian por completo el sentido del proyecto original.
Las indicaciones −en votación forzada− insisten en una fórmula que nos aleja de construir un sistema de pensiones sostenible en el largo plazo y tampoco permiten alcanzar un amplio acuerdo político que permita mejorar la situación de los pensionados de hoy y mañana. Las posiciones están cada vez más lejos, no solo por el fondo, sino también por la forma.
Este “portonazo” político, que denota un comportamiento intransigente y completamente disonante con el discurso del gobierno de avanzar en un acuerdo, permite vaticinar el fracaso de un proyecto que ya estaba con respirador artificial. Ojalá esto pueda cambiar y se logre avanzar en aquello sobre lo que sí hay acuerdo, como aumentar al menos en 2 puntos las cotizaciones previsionales a cuentas individuales y subir el monto de la PGU.
Karol Fernández y Alejandro Weber
Facultad Economía y Gobierno Universidad San Sebastián