Impuesto al combustible: una rebaja inconveniente
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Señora Directora:
Pronto se discutirá en el Congreso la rebaja del 50% del impuesto específico a los combustibles, luego de que se aprobara la idea de legislar al respecto. Pero por muy popular que sea, hay que considerar algunos temas, antes de emocionarse por que se haga real.
Primero está su viabilidad. El proyecto es en sí inconstitucional, ya que es el Presidente el único que puede impulsar una rebaja de impuestos. Y, siendo que además el proyecto es rechazado por el Ejecutivo, éste no podría prosperar.
Por otra parte, la rebaja significa una menor recaudación fiscal de entre US$ 1.000 y 1.200 millones (cerca del 5% de lo que se percibe por impuestos); y no hay una contrapartida que permita recuperarlos.
En el contexto actual, en que los recursos fiscales son imprescindibles para financiar los planes de apoyo a la población, produce la disyuntiva entre pagar unos pesos menos en combustible versus los apoyos, que, en definitiva, son mayores que el potencial ahorro.
Finalmente, nada asegura que la rebaja beneficiará a los consumidores, pues son los vendedores de combustibles quienes fijan su precio, no estando obligados a rebajar los precios acordemente.
Bernardita Parodi
Abogada
