Hacia una nueva ruralidad
Señor Director:
El descongelamiento del instructivo de subdivisión de predios rurales del Gobierno tras el fallo de la Corte Apelaciones, no hace más que dilatar la llegada de una solución definitiva mediante una ley que regule el sector y la migración ciudad-campo, entendiendo que ni el egoísmo de quienes no quieren compartir la naturaleza, ni las promesas todavía incumplidas sobre un nuevo proyecto de ley, podrán prohibir la vida en el campo, debido al legítimo derecho que tienen las personas de habitar en un entorno natural libre de contaminación.
Sin embargo, esto no implica que podamos avanzar desde ya generando cambios desde la propia vereda, donde los involucrados promovamos un modelo sostenible y responsable con el entorno e inspirado en una nueva ruralidad, ya que el extractivismo actual que podemos ver en el campo chileno no solo produce un agotamiento de recursos y la degradación del medio ambiente, sino que también tiene un impacto en la economía y en la calidad de vida de las comunidades locales.
Esto toma más relevancia aún, considerando que solo durante el año pasado fuimos testigos de un aumento explosivo de miles de subdivisiones, que sin una regulación definitiva están provocando el desmembramiento del mosaico ecológico y presionando los ecosistemas.
Diego Varela
Socio fundador de Biósfera Austral