Embajadores
Señora Directora:
Con cada hecho o acto, incluso dichos y declaraciones que ha emitido Javier Velasco desde que fue nombrado embajador en Madrid, suelen salir personajes políticos oficialistas intentando bajarle la gravedad al caso, con declaraciones del tipo “orden y prudencia” o “demasiada alharaca por cuestiones sin tanta importancia”.
La verdad es completamente distinta. Por un lado, hoy día el embajador chileno en España es motivo de burla en el resto del mundo, y por otro lado, que es lo más grave, se pueden resentir las relaciones internacionales con un país como España, que cada vez lo ven con menos seriedad.
Creo que es hora de que el Gobierno empiece a dejar los “perdonazos” de lado.
Andrés Labbé F.
Abogado