Cartas al Director

Señor Director:


A nadie le cabe la menor duda de la legitimidad de la celebración del día de la mujer. Pese al evidente avance en la reivindicación de sus derechos, aún quedan tareas pendientes, especialmente en lo referido a su participación en el mercado laboral. Según la encuesta Casen 2009, el segmento femenino presenta sólo un 42% de participación laboral y en el quintil más pobre, la brecha es aún más dramática: un 26% de las mujeres en edad de trabajar se ha incorporado al mercado laboral.
Más allá de cuáles sean las causas de este fenómeno, lo claro es que en él confluyen variables culturales, económicas y sicológicas. En definitiva, revertir una situación en donde la mujer, especialmente la de estratos más vulnerables, participa escasamente del mercado laboral no es una tarea sencilla que se solucione con incentivos directos al empleo ni con premios contra resultados.
En la confluencia de políticas que sancionen la discriminación con aquellas que promuevan la contratación, la capacitación y la colaboración entre pares, así como a través de un inusitado impulso para mejorar el acceso al microcrédito para quienes quieran emprender negocios propios, es posible que encontremos un camino adecuado para reivindicar ese derecho de la mujer, que a sesenta años de ese gran hito del voto universal, aún se vulnera.

Juan Cristóbal Romero,

Gerente General de Fondo Esperanza



Señor Director:


Es indudable que en estos años se ha avanzado en la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres.
Sin embargo, creo que en materia laboral aún hay que avanzar y en todos los niveles de la sociedad, porque es un hecho, que a pesar de que la mujer tiene mejores calificaciones en la universidad, todavía ocupa menos cargos de responsabilidad y percibe menor salario.

Fabiola Villanueva,

Directora de Desarrollo Profesional AIEP



Señor Director:


En diversos medios la Fundación Sol cuestiona sistemáticamente las cifras de empleo, aludiendo que estas están obsoletas, que el desempleo “real” es mucho mayor, que los empleos que se han creado no son de calidad y que ha aumentado la desigualdad entre los empleados. Ante esto es necesario no confundir a la población y tener presente los siguientes puntos:
Los argumentos de la Fundación Sol no apuntan a lo central que es la tendencia en el mercado del trabajo sino que solo se fija en la fotografía. Esto sería como debatir si la pobreza es elevada o baja sin prestar atención si ha caído o no en el tiempo.
En esto los datos son contundentes. La Encuesta de Empleo de la Universidad de Chile, usando la misma metodología por 50 años para el Gran Santiago muestra que el desempleo está en el menor nivel desde marzo de 1996, la misma encuesta muestra una caída en la desigualdad 10/10, entre Noviembre 2010 y 2011. Por su parte los datos del INE muestran que ha aumentado el número de asalariados, los contratos que cotizan y aquellos con seguro de cesantía. Así entre los trimestres Nov-Ene 2009 y Nov-Ene 2011 se crearon 531 mil empleos que cotizan en previsión, salud y seguro de cesantía equivalentes al 90% de los empleos creados en dicho período. Esto no quita el hecho, que nadie niega, que aún existe gente desempleada o con trabajos precarios y que se requieren medidas para seguir progresando.
Por otra parte la Nueva Encuesta Nacional de Empleo, se ajustó justamente para adecuarse a los estándares internacionales. De hecho, la OECD para comparar tasas de desempleo entre países ocupa una tasa de desempleo armonizada y ajustada por estacionalidad mostrando para Chile un 7,1% de desempleo en noviembre de 2011, menor al 8,2% del promedio de la OECD.
Puede que el INE, la OECD, la U. de Chile y los organismos internacionales tengan una metodología errada para calcular el desempleo, y sea la Fundación Sol la que tiene el método correcto. Sin embargo lo que no es cuestionable es que el mercado del trabajo medido por indicadores consistentes en el tiempo es sustancialmente mejor hoy que hace 2 años.

Gonzalo Blumel,

Jefe de División de Estudios SEGPRES