La reforma sindical y el trabajo
Señor Director:
La llamada "Reforma laboral" no llevará a flexibilizar las normas laborales conducentes a que sea más atractivo dar trabajo en Chile despejando rigideces. Se perdió deliberadamente una valiosa oportunidad de poder dar orientaciones hacia una mayor productividad o facilitar la contratación, ya sea mediante horarios parciales o medias jornadas que beneficien a las dueñas de casa o a jóvenes que estudian una carrera. Sólo establece rigideces que beneficiarán a las cúpulas sindicales. No habrá reemplazos en caso de huelga y a quienes no pertenezcan a un sindicato no les podrán extender beneficios obtenidos en una negociación sindical sin autorización del sindicato, lo cual claramente atenta contra la libertad de trabajo y a su vez contra la igualdad que tanto se predica. Se autoriza la negociación por área, lo que evidentemente perjudicará a las empresas más pequeñas que prácticamente no tendrán opción frente a las más tecnificadas del mismo rubro.
Sólo se busca el fortalecimiento de las cúpulas sindicales, lo cual llevará a una aún mayor politización de éstas, lo que inevitablemente hará que las negociaciones sean más conflictivas, con más huelgas, tomas y paralizaciones. Lo anterior agudizará el desencuentro y la agresividad sindical fomentada desde las cúpulas partidistas, y la intensificación de la prédica de la lucha de clases, fenómeno que en todas las latitudes lleva el gérmen de la destrucción; en base a ella nunca se ha generado una sociedad más justa ni más próspera. Pero la lucha de clases es el caldo de cultivo para la izquierda, donde florece el populismo, la mediocridad y el estancamiento.
Necesariamente esta "Reforma" acarreará una pérdida de eficiencia productiva, pérdida del beneficio que merece el trabajador más productivo, que normalmente no está sindicalizado, y en general pérdida de productividad que se traducirá en aumento de costos y por ende pérdida de competividad. Medidas como estas unidas al alza de impuestos inducirán a buscar otras latitudes donde invertir, con mejores resultados y menos conflictividad y tiempo perdido en permanentes discusiones estériles.
En lugar de crear más trabajo y o hacerlo más productivo, habrá un estancamiento en la contratación. Quien tenga una línea productiva no mecanizada la mecanizará si quiere subsistir; el que ya la tiene, la automatizará, y el que a su vez la tiene, la computarizará; lo anterior requerirá de mayor inversión pero no dará más trabajo, y tal vez lo disminuya.
Darío Torrealba A.
Más allá de Voltaire
Señor Director:
De ahora en adelante cuando me insulten voy a dar las gracias: estamos colaborando con la libertad de expresión.
Gabriel Guiloff