Señor Director:
Diario Financiero, en su edición del lunes 23 del presente, publica una información relativa a la Asociación de Cooperativas Fecrecoop, en que ésta critica ácidamente el proyecto de ley impulsado por el Supremo Gobierno, en materia de reformas necesarias a la ley de cooperativas, en términos que no compartimos ni en su fondo ni en su forma, toda vez que esta Cooperativa de Ahorro y Crédito, la más grande en su género, públicamente ha celebrado dicho proyecto, considerándolo un avance significativo, al que hemos señalado algunos aspectos que deben incluirse en la modificación, permitiendo que este tipo de cooperativas, de la que formamos parte, supervigiladas también por la SBIF, puedan competir en condiciones de simetría con los actores financieros regulados por dicha superintendencia.
Lo anterior en sí reviste extrema gravedad, pues Fecrecoop se atribuye una representación nuestra que negamos entera y enfáticamente, pues no formamos parte de ella, ni hemos querido hacerlo; sin perjuicio de lo cual protestamos también, por cuanto el diario que usted dirige aparece desinformando a la opinión pública, al acompañar dicha nota de prensa, con una fotografía destacada de una de las oficinas de esta cooperativa, con un título que nos envuelve injustamente en una posición que rechazamos y ciertamente no compartimos.
De acuerdo con las leyes que rigen a la prensa, que en su caso no requerimos precisar, ruego al señor Director se sirva acoger la presente, en términos tales que la confusión resulte aclarada, y nuestro buen nombre, del todo reivindicado ante su ilustrada lectoría y público en general.
Raúl Novoa Galán
Presidente Consejo de Administración Coopeuch
Señor Director:
En su edición del viernes, el señor Weinreich, ex director del Boletín Comercial, señala que la nueva “Ley Dicom” revela populismo sólo por denominarla así. Luego afirma que el comercio minorista quedaría “ciego de información” y vería afectada su colocación de créditos. Finalmente, desliza una crítica a los diputados por aprobar la norma y espera que el Senado corrija lo hecho por la Cámara.
Al respecto creo que antes de emitir juicios en los medios de comunicación se requiere un mínimo de rigurosidad y estudio de las normas. Por esta razón, quisiera aclararle al sr Weinreich que no se llama Ley Dicom; sino que “Ley que consagra el principio de finalidad del dato en los registros comerciales”, principio consagrado en toda legislación desarrollada, la OCDE y la Unión Europea.
También, le recomiendo al menos leer el texto aprobado ya que la nueva norma permite al pequeño comercio acceder a la información comercial de sus clientes sólo para los efectos de la evaluación de riesgo de crédito, lo que parece lógico si buscamos evitar que dicha información sea utilizada para afectar derechos fundamentales como el acceso al trabajo y otros.
Por último, habría esperado que el señor Weinreich al menos estuviera informado que la Cámara de Diputados despachó la ley en tercer trámite, lo que implica que el Senado de la República la había aprobado previamente por la unanimidad de sus integrantes y, en consecuencia sólo falta la promulgación presidencial y su publicación para que entre en vigencia.
Es legítimo disentir y a ello le concedo un profundo valor. Pero cuando se critica sin siquiera conocer el nombre, texto y etapa de discusión de la ley, parece al menos carente de seriedad.
Felipe Harboe Bascuñán
Diputado
Señor Director
Objetivo de todo gobierno: el bienestar de la sociedad en su conjunto.
Solución planteada: cambiar o modificar el sistema binominal.
No logro entender la relación entre el objetivo y la solución.
Juan M. Reveco Bravo
Señor Director:
Un intelectual que se hace famoso con “el fin de la historia” y ahora quiere hacerse más famoso con el “futuro de la historia”, tiene que ser muy patudo…
Gabriel Guiloff