Cartas al director
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Seguridad en la zona austral
Señor Director:
En los últimos días, la prensa de la zona austral nos ha informado del progresivo aumento de la delincuencia que está afectando la Región de los Lagos, como en los actos vandálicos ocurridos el centro de Puerto Varas, asaltos millonarios en Castro, delincuentes armados en Ancud, estafas telefónicas en Quemchi, entre otro tipo de acciones de personas que quieren por medio de la violencia y el engaño, dañar la libertad, individualidad y propiedad de los ciudadanos, especialmente en la isla grande de Chiloé.
Este es un momento en que nos vemos obligados todos a cuestionar la función que justifica la existencia del Estado: la de brindar protección a sus habitantes para preservar la libertad individual. Algo que vemos deteriorado con el pasar de los meses en todo Chile, en razón de una administración ineficiente en una necesidad muy básica.
Es hora de que la sociedad chilota, de la zona austral y del territorio nacional, reclame el cumplimiento de una seguridad eficiente para proteger la dignidad humana, el emprendimiento, la propiedad privada y la paz. Viviremos entonces amenazados por la violencia, en una realidad en que no existirá una auténtica libertad para alcanzar el desarrollo propio y de nuestro país.
Sebastián Espíndola Yáñez
Investigador, Fundación Ciudadano Austral
El talento hay que financiarlo
Señor Director:
No basta con tener talento ya que se debe financiar. De otro modo, no es rentable ni para el talentoso ni para la sociedad.
El Chino Ríos, El Matador Salas, El Rey Arturo, El Niño Maravilla han llegado a ser lo que son por el talento que tienen y porque ha sido muy rentable para ellos poder desarrollarlo siendo el mercado el que pone el segundo ingrediente, ya que es por medio del crecimiento económico y del ingreso de las personas que pueden pagar más entradas al estadio, poleras, etc.
La U de Sampaoli en un año ganó más que casi todo el futbol argentino junto. El talento lo financian las personas que pagan las entradas, compran zapatos, etc.
Cuando jugaba en Tocopilla a Alexis le pagaban un sueldo que lo financiaban las entradas al estadio de Tocopilla, lo que le permitió dedicarse solo al futbol en vez de dos actividades, entrenar mucho más, jugar con buenos zapatos, pisar una buena cancha con buen pasto, en vez de tierra y piedras, etc. Todo lo anterior, ya que las personas tenían mejores ingresos e iban más al estadio.
Debemos cuidar lo que hemos ganado: las cosas hay que pensarlas y no improvisarlas como está ocurriendo en la actualidad. La reforma educacional propone que los alumnos destacados deben quedarse en sus establecimientos y no emigrar, es decir un Alexis debía haberse quedado en Tocopilla y enseñarles a jugar a la pelota al resto de su compañeros
Ricardo López Bisquertt
Ingeniero Comercial PUC
Lo prometido es (debe ser) deuda
Señor Director:
Una de las causas más gravitantes para la pérdida sostenida de la popularidad de los gobernantes en este lado de América es el incumplimiento de las promesas que difundieron en sus respectivas campañas políticas. Es de esperar que la gente aprenda de las experiencias en las próximas contiendas electorales. Debería existir un medio eficaz de fiscalizar estas acciones, como por ejemplo que sean debidamente protocolizadas y aseguradas con el patrimonio personal del candidato ante organismos competentes para después ser cotejadas con lo efectivamente realizado al terminar su periodo presidencial y si no hubiera satisfacción entre lo prometido y lo cumplido, sus garantías monetarias deberían saldar los incumplimientos... Es hora que nos pongamos serios de verdad, cada promesa debería estar muy bien fundamentada y con resguardos patrimoniales personales del entusiasta candidato.
Luis Enrique Soler Milla