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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 3 de junio de 2016 a las 04:00 hrs.

Financiamiento de universidades

Señor Director:

Del informe entregado por la Contraloría General de la República sobre Financiamiento Fiscal a la Educación Superior (2014), se desprende que el aporte del Estado fue de M$215.969.242 para las Ues Estatales y de M$156.421.018 para las Ues pertenecientes al G9.

Este mismo informe, fue utilizado como respaldo por Acción Educar para asegurar que las Ues Estatales han recibido un trato preferencial en relación a las otras IES. Según los datos entregados por dicha fundación, estas casas de estudio recibieron más del 50% del total de recursos entregados por el Estado durante el 2014.

Al analizar nuevamente los datos entregados por Contraloría, podemos inferir que el promedio de dinero que el Estado entregó durante el 2014 a cada una de las Ues Estatales fue de M$13.498.077. A diferencia del aporte fiscal entregado a cada una de las Ues pertenecientes al G9, que en promedio fue de M$17.380.113. La diferencia entre ambos promedio es cuantiosa, bordeando los M$3.882.036 en favor de las Ues del G9.

El documento de la CGR sostiene que la red de Ues Estatales obtuvieron mayor financiamiento fiscal que las del G9. Sin embargo, el número de instituciones que componen el Consorcio de Universidades del Estado es mayor a las que componen el G9, por lo que el financiamiento fiscal promedio es menor para las primeras y bajo ningún motivo estarían recibiendo un trato preferencial. Muy por el contrario, en los últimos años se ha entregado mucho más dinero a las Ues del G9 en desmedro de las Ues del Estado, perpetuando una práctica que en ningún caso fortalece la educación pública.

Ahora bien, sin considerar los aportes recibidos por la UChile y la PUC, el Estado otorgó en promedio M$8.427.888 a las Ues Estatales y M$13.659.867 a las Ues del G9. Si revisamos los datos, hay M$5.231.979 a favor de las Ues del G9 demostrando que esta red sigue percibiendo mayores recursos, de manera sostenida y progresiva.

Lo anterior demuestra que bajo ningún caso existe un privilegio para las Ues estatales ya que los recursos recibidos son cuantiosamente menores que los que son entregados a las Ues del G9, situación que deja en evidencia la gran deuda que Chile tiene con la educación pública.

A opinión de esta casa de estudios, y en concordancia con las demandas del movimiento estudiantil, las Ues Estatales deben tener un trato preferente debido a su gran contribución y reconocido compromiso de servir a la sociedad, entendiendo a la educación como un bien social y un derecho que debe ser garantizado por todos.

Bajo esa misma lógica, creemos que la entrega de recursos públicos a cualquier institución de educación debería regirse por una ley de transparencia específica para esta área, asegurando mecanismos efectivos de supervisión financiera que logren detectar el lucro y el mal uso de recursos estatales.

Por último, hago un llamado a ser cuidadosos con los tratamientos tendenciosos en el análisis de los datos que tienden a ensuciar la discusión, falseando la realidad en torno al financiamiento fiscal de las Ues Estatales.

Juan Zolezzi Cid

Rector, Universidad de Santiago de Chile

Renuncia de Kast

Señor Director:

La renuncia de Kast y otros militantes era de esperar en un partido que lleva harto tiempo ya alejándose de sus principios originales. El fundador de la UDI, Jaime Guzmán, lo sintetizaba en una inspiración cristiana, popular y por una economía libre. ¿Dónde están los valores cristianos en la falta de transparencia y vínculos de dudosa reputación con hombres de negocios? ¿Por qué se confundió el sentido popular con el más puro cosismo? ¿Qué tienen de defensores de una economía libre aquellos que avalan reformas tributarias que aumentan impuestos?

Es hora de un profundo proceso de revisión doctrinaria en la UDI, pues, definitivamente no es el partido al cual Jaime Guzmán aspiraba y menos uno en el cual quienes siguen su pensamiento conservador-liberal se sientan cómodos.

Jaime Tagle Domínguez

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