Cartas al Director

Educación y libre competencia

Señor Director:

En 2015 un 52% de la matrícula se registró en universidades fuera del CRUCH. Los estudiantes agrupados en la CONFECH, representadas por su vocero Gabriel Iturra, pdte. de la federación de la U. Central (privada no CRUCH), se reunirán hoy con las autoridades del Ministerio de Educación. Ellos ya se reconocen iguales, independiente de dónde estudien. Quizás es momento para que así sea reconocido por el ordenamiento en un Consejo de Rectores representativo.

Urge abrir el Consejo y acoger orgánicamente a las instituciones que representan la realidad actual de la educación superior. Es natural poner requisitos de ingreso, y que sean aplicables a todas las instituciones por igual es justo, como no lo es aplicar criterios subjetivos que discriminen a unas de otras.

No cabe duda que todo proyecto universitario tiene una vocación pública (la educación en sí la tiene), que puede ser orientada a través de las vías de financiamiento estatal. Cada institución conforme a su proyecto particular y autonomía define qué incentivos tomar.

El grado de complejidad de las instituciones es algo subjetivo. Para algunos, la investigación es hacer ciencia básica, y para otros lo es también la captura de estudios o tecnologías ya existentes, y su adaptación a las necesidades locales. La conveniencia o decisión por una u otra opción dependerá de los objetivos individuales y/o colectivos que lleven a una institución para optar por una u otra línea de investigación.

Hoy existen opiniones que pretenden un trato más preferente aún para las Ues estatales asegurando para éstas un 50% de la matrícula. La voluntad de elección del estudiante es libre, así como el debate y la norma siempre deben respetarla. Independiente de quién brinde el servicio educativo, y su forma de pago, la entrega siempre debe ser en buenas condiciones de calidad y equidad. Para estos efectos, el Estado está llamado a velar porque se haga en condiciones de libre y sana competencia. Así, no le corresponde determinar qué porción de los estudiantes debe matricularse en universidades de una u otra naturaleza.

Las reformas en estudio deben cuidar por el respeto íntegro de las leyes vigentes, y considerando no sólo los fines que pretende la política del actual gobierno, respetar la autonomía en libre y sana competencia entre las instituciones de educación superior. Esta visión pretende que las reformas establezcan bases duraderas para un sistema de educación superior que proyecte Chile para los próximos 100 años, a lo menos.

Esteban Rodríguez Pinto
Abogado

Demanda por Silala

Señor Director:

La política exterior chilena parece ser cada día más errática, y quienes la manejan parecen estar cada vez más confundidos. Veamos.

Se ha tomado la decisión de llevar este diferendo a La Haya, demandando ante el mismo tribunal que, luego de darnos la razón en todos los puntos de derecho contra Perú, nos quitó parte de nuestro territorio. Luego de insistir constantemente que la vía diplomática bilateral era el camino correcto -el menos costoso porque servía al statu quo-, acudimos a un tribunal absolutamente impredecible, porque nuestras autoridades no son capaces de procesar los berrinches de un variopinto populista que no hace otra cosa que denostarnos porque le reditúa políticamente. ¿Luego de este empujoncito, conseguirá Evo la reelección indefinida?

Para qué decir el espaldarazo indirecto que esta acción le va a significar al fallo que dicha Corte dictó contra nosotros, y que, casi todos los juristas nacionales, consideraron arbitrario. Recurrir voluntariamente a un tribunal impredecible comprometiendo un cambio de situación, que a lo más nos deja igual, no parece razonable, y menos si con ello validamos al órgano que nos perjudicó tan injustamente. Finalmente, Evo avisó que a su país no le importa perder en La Haya, ya que insistirán igual en sus reivindicaciones, por lo cual aunque ganemos, no van a dejar de utilizarnos como lo hacen hoy. Nada va a cambiar si vencemos. Pero si perdemos ...

Cristián Gabler
Abogado