Señor Director:
No recuerdo otro año en que la propiedad intelectual farmacéutica haya estado con más fuerza en la discusión pública y en los medios de comunicación. A pesar de ser un tema aparentemente de nicho, tiene un enorme impacto en el día a día de las personas, pues determina, en gran medida, el nivel de precios de los medicamentos, un tema que ha sido central en la discusión nacional.
Si bien es cierto, la propiedad intelectual farmacéutica es necesaria para incentivar la innovación en materia de fármacos, ésta debe ser balanceada adecuadamente con el otro gran objetivo: el acceso a medicamentos.
Por eso, la discusión no sólo ha sido sobre el proyecto de ley del Linkage, ampliamente criticado, sino también el Trans-Pacific Partnership (TPP), acuerdo de libre comercio multilateral del área Asia-Pacífico, que negocia Chile y que contiene nuevas e irracionales barreras a la entrada de genéricos.
Esto nos lleva como Asilfa a participar activamente en la XV ronda de negociación, que comenzó el 3 de diciembre hasta el 12 de diciembre en Nueva Zelanda. En ella, seguiremos profundizando nuestra crítica al capítulo de propiedad intelectual, y específicamente, respecto a las nuevas normas de protección de datos de prueba, que no tienen en consideración los elevados costos que éstas producirán en términos de acceso a medicamentos, por su impacto en los precios.
Todos los esfuerzos que hagamos por concientizar sobre estos temas son necesarios, pero insuficientes: es fundamental que la ciudadanía se informe y le exija saber al gobierno a cambio de qué estamos dispuestos a aceptar estos nuevos estándares con impacto sobre la salud pública. Hasta el momento, el gobierno ha estado mudo, un silencio inexplicable para quién debe preocuparse de la salud pública de un país.
José Luis Cárdenas T.
Abogado, LL.M. & Ph.D., Académico & Asesor del Directorio de ASILFA
Señor Director:
El gobierno central identifica como su gran proyecto del bicentenario, el recuperar “la caja cívica” del proyecto que incluye el eje Bulnes, por la carga histórica, y lo prioriza, intentando invertir miles de millones de pesos con el fin de terminarlo como fue concebida. Ejemplo de ello es construir edificios respetando las fachadas y volúmenes de acuerdo a lo establecido en el proyecto original, del año 1939 aproximadamente.
El proyecto ganador de la remodelación de dicho eje no respeta dicho proyecto al alterar alturas, densidades, etc., sin embargo, salió electo por la comisión respectiva y aplaudido por la ministra de Obras Públicas. Al parecer ha cambiado la percepción del patrimonio del espacio público por parte de las autoridades.
Pablo L. Ossa
Señor Director:
Las cifras que se dieron a conocer en el último Barómetro de la Banda Ancha indican que en Chile un 42% de las conexiones están sobre los 5 Mbps de velocidad, clara señal de que los usuarios están demandando velocidad y tecnología para acceder de mejor manera a los servicios.
Aumentar la penetración de Internet y su calidad debe convertirse es una meta del país y es una responsabilidad compartida de todos: gobierno, proveedores de servicio y compañías de tecnología. Ello, principalmente porque la Banda Ancha se ha convertido en uno de los habilitadores más importantes para el crecimiento, desarrollo y aumento de la calidad de vida en los países de América Latina.
En un mundo cada vez más globalizado, la Banda Ancha es considerada infraestructura básica para las comunicaciones y distribución del conocimiento, convirtiendo la tecnología de acceso a Internet en una de las estrategias más sólidas para lograr un crecimiento económico sostenible y aumentos en productividad.
Debemos seguir trabajando por instalar en la opinión pública la necesidad de que los países de la región implementen políticas para impulsar el crecimiento de las conexiones de Banda Ancha.
Nicolás Chiappara
Gerente general Cisco Chile. Vicepresidente de ACTI