Cartas al Director

Señor Director:


Enterado que la corte de Antofagasta declaró ilegal la aprobación ambiental de la proyectada Central Castilla, no cabe sino concluir que los reguladores, funcionarios y jueces harán reflexiva y responsablemente su pega sólo y una vez que aprieten el interruptor y no se encienda la ampolleta.



Eugenio Evans E.





Señor Director: 


En Chile, a nivel general, la inversión anual en capacitación asciende a 115 mil millones, siendo las regiones de Antofagasta, Valparaíso y Biobío las regiones que más invierten en esta materia, después de la Región Metropolitana que lidera el ranking.

En tanto, para la industria minera, la capacitación y la innovación son dos importantes desafíos que día a día deben enfrentar para avanzar acorde al desarrollo del mercado. Y es que, históricamente, las empresas dedicadas a la explotación de minerales han debido superar diversos obstáculos para seguir creciendo. La industria minera, una vez más, ha sido pionera en estas lides, entendiendo que capacitar significa contribuir al desarrollo personal de un individuo, entregándole los conocimientos técnicos, teóricos y prácticos para que pueda desarrollar su labor de la mejor manera, y de esta forma poder aportar valor y eficiencia a la organización. La industria de la minería, al ser tan específica, requiere capacitación a la medida, acorde a las necesidades de cada empresa.

Quizás por ello, la capacitación online, una de las mayores innovaciones en educación en las últimas décadas, se ha transformado en un importante aliado de la minería. El avance de las tecnologías ha creado un nuevo escenario, en donde lo digital se convierte en una herramienta clave de desarrollo y productividad.



Yazmín Carvajal


Directora Ejecutiva Programas de Capacitación de eClass




Señor Director:


Gonzalo Blumel, de Segpres, una vez más cuestiona parte de los análisis de Fundación SOL. Queremos precisar que el indicador de subempleo no lo propone la Fundación, sino la OIT en la XVI CIET de 1998 y comprende a las personas que trabajan menos de 30 horas a la semana y que están disponibles y desean trabajar tiempo completo. Se trata de un indicador oficial, ocupado por la oficina de estadísticas de Europa (Eurostat), por el Bureau of Labor Statistics de EEUU, por el Statistics Canada y también por la OECD.

Este indicador no se mide respecto al total de asalariados, como afirma el señor Blumel, sino respecto al total de trabajadores de tiempo parcial (un independiente también puede ser subempleado). Por tanto, y siguiendo la nota técnica 164 de Eurostat, el subempleo en Chile sí llega al 57% del total de ocupados de medio tiempo, y a 9,2% del total de ocupados, lo que supera levemente el registro del 2010 y equivale a más del doble de los países de la UE.

El nobel de economía J.Stiglitz advierte sobre los peligros de hablar de pleno empleo en EEUU en un contexto con elevado subempleo, situación muy similar a la ocurrida en Chile. Todos estos elementos son una referencia obligada para realizar un diagnóstico moderno del empleo.

Compartimos con el gobierno que no se trata de un problema de los últimos dos años, sino que corresponde a un déficit estructural de nuestro modelo de desarrollo que no genera empleos de calidad. Por ello es fundamental iniciar un debate que coloque al trabajo al centro de nuestra estrategia de desarrollo, lo que significa poner en la agenda el cambio de nuestra matriz productiva y la necesidad de un nuevo modelo de relaciones laborales que sitúe a los institutos de la negociación colectiva y la huelga en sintonía con los estándares de la OIT.

Invitamos al gobierno a realizar análisis que consideren las recomendaciones internacionales y no abandonar el tema de la calidad aunque la tasa de desempleo suba en los próximos períodos. Ya que tal como reconoce el señor Blumel, y considerando el aumento en la desigualdad entre 2010 y 2011, no basta con crear empleos para mejorar la distribución del ingreso.



Gonzalo Durán y Marco Kremerman


Economistas Fundación SOL