Señor Director:
¿Quién protege mis ahorros de las acciones de terceros? Es cierto que las personas pueden tomar decisiones libres y cambiarse de fondo de pensiones por los motivos que ellos estimen convenientes o por las recomendaciones de los nuevos profetas, pero..
El problema es que estos cambios conllevan perjuicios directos para quienes permanecemos tranquilos.
Los costos relacionados a las compra/venta de activos, a través del pago de comisiones explícitas e implícitas, que asumen los fondos para ajustarse a estos movimientos y la caída en los activos que el mercado estima que estarán a la venta por los masivos cambios, son algunos de estas externalidades.
¿No deberían pagar las comisiones de las compras y ventas sólo quiénes las motivan? ¿Quién se preocupa del valor de los activos donde están mis pensiones? Creo que esta nueva realidad debería ser considerada para protejer a quienes no queremos subsidiar a los movedizos.
Raimundo Ducci
Señor Director:
El último período ha evidenciado la necesidad de que las empresas mejoren su credibilidad ante la sociedad. Para ello, es clave que adopten estándares de gestión que consideren de manera real -y no puramente declarativa- a todos sus públicos de interés, partiendo por sus clientes. Las prácticas abusivas de empresas de distintos sectores de la economía explican que las modernas teorías de responsabilidad social, de generación de valor compartido, de creación de valor público o de gestión de excelencia organizacional -que apuntan a la sostenibilidad de los sistemas empresariales- no están teniendo la influencia suficiente, a pesar de los esfuerzos desplegados y ejemplos mostrados (a través de los premios a la calidad, entre otros).
La evidencia internacional muestra que es posible conciliar distintos intereses, además de ser competitivos, tanto en mercados locales como globales. Por ello, las empresas multinacionales de origen nacional mejorarán en competitividad si alinean sus instrumentos de gestión a estándares internacionales (por ejemplo, con las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales de OCDE).
Muchas empresas tienen dudas de cómo actuar en un entorno altamente exigente, dominado por la hipercompetencia y terminan adoptando una estrategia de océanos rojos. Sin embargo, la sostenibilidad se alcanza si explícitamente se busca la excelencia empresarial, a través de la adopción de modelos de gestión más exigentes. La buena noticia es que el valor agregado de esta estrategia es el aumento de la credibilidad de los ciudadanos en las empresas.
Orlando Olivera C., Director Centro de Excelencia en Gestión Fac. de Emprendimiento y Negocios U. Mayor .
Señor Director:
El Examen Único Nacional de Conocimientos Médicos (Eunacm) se estableció para certificar la idoneidad de los profesionales respectivos. Ello se debió a la incierta calidad del sistema de enseñanza de esa profesión en algunas universidades. Inesperadamente el Ministerio de Salud ha puesto término a la exigencia de la aprobación del Eunacm para postular a cargos médicos en el sector público. Esta radical medida carece de formalidades y fundamentos que le corresponden, lo que ha motivado un amplio debate. Simultáneamente, se está analizando la conveniencia de aplicar certificaciones del género mencionado en otras profesiones. Sin embargo, parece bastante más adecuado que en los distintos establecimientos de estudios, así como en la administración estatal, cuyo buen desempeño es primordial para el interés colectivo, se establezcan condiciones que garanticen niveles de calidad satisfactorios.
Patricio Farren Cornejo
Señor Director:
Lo dijo el personaje protagonista de la serie “House of Cards”, senador Underwood: “Nunca miento, sólo reviso los parámetros de mis promesas”. Ficción pura, por supuesto...
Gabriel Guiloff