Cartas

Cartas al Director

  • T+
  • T-

Compartir

La Gratitud Nacional

Señor Director:

Somos muchos los que por estos días nos preguntamos: ¿Qué está pasando en nuestro país? ¿Cómo hemos llegado a educar jóvenes que consideran como legítima una forma de expresión que humilla y ridiculiza a millones de sus compatriotas que profesan la fe católica, que no respetan ni siquiera el patrimonio cultural que nos pertenece a todo el país? Hace unas semanas, el 21 de mayo, murió un trabajador en Valparaíso a raíz de un incendio provocado por esta misma violencia sin sentido. ¿Cómo es posible que para un grupo de personas sea más importante expresar su molestia que la vida humana?

Somos millones los que nos horrorizamos y sufrimos por las acciones de unos pocos. Somos millones los que tenemos nuestras propias creencias, pero sabemos que la sociedad se construye a través del respeto. Somos millones los que queremos heredar a nuestros hijos un Chile donde puedan expresar libre y respetuosamente su fe o su manera de pensar y que, a la vez, se enriquezcan con los puntos de vista de quienes piensan distinto.

¿Por qué dejamos que solo unos pocos hablen a gritos y nosotros nos quedamos callados? No tenemos que expresarnos a través de la violencia, como ellos. Nosotros, como católicos, queremos decir a viva voz que rechazamos la destrucción de la imagen de Jesús de la iglesia de la Gratitud Nacional. Le pedimos al gobierno que haga su parte en no seguir permitiendo que estas situaciones se repitan. Y asumimos nuestra responsabilidad en trabajar, en cada uno de los entornos donde nos toca desarrollarnos, para construir un país fundado en la riqueza de las distintas visiones que lo forman.

Angélica Charlin, Álvaro Vallejo, Carolina Ugarte, Vicente Nuñez, Fabiola Maureira, Sergio Larraín, Paola Gómez, Juan Esteban Casassas, Alejandra McIntosh, Matías Eyzaguirre, Constanza Mantelli, Francisco Contardo

Paraíso socialista

Señor Director:

Si alguien quiere entender lo que está pasando en Chile, no tiene otra cosa que recurrir al siglo XIX. En aquella época, se teorizó latamente sobre el papel de las instituciones como control social. Según una creencia, toda entidad y ley vigente, las establecía el explotador para mantener a los explotados en línea. La totalidad de la construcción social, servía a un fin de sometimiento.

Dicho discurso, sin duda, se retomó sin muchos matices desde hace un tiempo en Chile por parte de la izquierda –incluso algunos en el gobierno-, y ha calado hondo en los movimientos sociales. Más allá del buen o mal funcionamiento de las instituciones, éstas no se establecieron para ayudar y proteger, sino, para mantener y servir a la desigualdad.

El mejor ejemplo de este sentimiento, es el ataque constante que recibe por parte de la izquierda la institución más apreciada por Chile según las encuestas: las Fuerzas de Orden y Seguridad.

Los comunistas lucharon siempre con los anarquistas por el valor de las instituciones en camino al paraíso socialista, pero su ataque conceptual ha sido en general tan grande, que les cuesta luego justificar su existencia. En otras palabras, convencieron a muchos de algo que al momento de gobernar, se los hace imposible, porque les impide controlarlos. Algo parecido, nos está pasando hoy. Las palabras no son gratis.

Cristián Gabler

Abogado

Definiciones de nuevo ministro del Interior

Señor Director:

Sorprenden las definiciones del nuevo ministro del Interior, quien ha manifestado, entre otras contradicciones, que el realismo sin renuncia “es cambiar la velocidad, no sus medios”.

El titular de Interior parece despreciar la idoneidad de los medios con los cuales un gobierno pretende acometer sus objetivos, procurando solamente disminuir la velocidad. Señala también que tiene “la convicción de que el proyecto de la Presidenta no lesiona sus convicciones religiosas”. Cabe preguntarse si un proyecto de aborto, incluso en el caso de violación, como ya ha adherido el ministro, no lesiona sus ​convicciones -es ​católico y cercano al Opus Dei-, ¿qué podría entonces lesionarlas?

Ignacio Garay P.

Abogado

Lo más leído