Nuevo primer ministro de Japón crea un ministerio para abordar la amenaza china
La nueva cartera se enfocará en los riesgos relacionados con las áreas de cadenas de suministro de semiconductores, seguridad cibernética y propiedad intelectual.
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Kana Inagaki en Tokio
Fumio Kishida pasó a ser el primer ministro número 100 de Japón al formar un gobierno centrado en abordar las amenazas económicas y de seguridad de China.
En su designación más llamativa, que también cumple su promesa de incorporar a una generación más joven de líderes políticos, Kishida eligió a Takayuki Kobayashi, exviceministro de Defensa, para el recién creado puesto de ministro de Seguridad Económica.
Se espera que Kobayashi, educado en Harvard, trabaje en estrecha colaboración con Akira Amari, el nuevo secretario general del Partido Liberal Demócrata (PLD), en estrategias para responder a los riesgos relacionados con China en las áreas de cadenas de suministro de semiconductores, seguridad cibernética y propiedad intelectual.
"El recién creado ministerio acelerará los esfuerzos para asegurar tecnología y bienes estratégicos y evitar fugas de tecnología para que podamos lograr una estructura económica autosuficiente", dijo Kishida hoy lunes en su primera conferencia de prensa como primer ministro.
Sobre China, Kishida dijo que Japón continuará su diálogo con el mayor socio comercial del país, pero agregó: “Parece haber intentos por cambiar el status quo mediante el uso de la fuerza. Para nosotros la definición más importante es ser capaces decirle a China lo que haya que decirle”.
Continuidad política
Kishida ganó una reñida carrera a cuatro bandas para suceder a Yoshihide Suga la semana pasada, ya que los agentes del poder dentro del partido gobernante respaldaron al exministro de Relaciones Exteriores para garantizar la estabilidad y la continuidad políticas.
Los analistas dijeron que la alineación del gabinete de Kishida sugiere que su principal prioridad será recompensar a las muchas facciones del PLD que lo apoyaron, lo que resultó en puestos importantes para los aliados del exprimer ministro Shinzo Abe y el ministro de finanzas Taro Aso.
Su principal rival, Taro Kono, el popular ministro de vacunas, fue degradado a un cargo de partido al frente de las relaciones públicas del PLD.
"Quería crear un gabinete sólido, así que la alineación puede ser discreta, y no pretende desatar vientos de cambio", dijo Koji Nakakita, experto en política japonesa de la Universidad Hitotsubashi.
Aso, de 81 años, será reemplazado como ministro de Finanzas después de nueve años en el cargo, pero será sucedido por su cuñado Shunichi Suzuki. El hermano menor de Abe, Nobuo Kishi, permanecerá como ministro de Defensa, mientras que el estrecho aliado del exprimer ministro y ministro de Educación, Koichi Hagiuda, será nombrado ministro de Comercio.
La elección de Suzuki como ministro de Finanzas sugiere una continuación de la agresiva relajación monetaria y estímulo fiscal, pero no quedó claro cómo Kishida impulsaría lo que ha llamado un nuevo estilo de capitalismo para centrarse en la redistribución de la riqueza.
Kishida dijo que primero se enfocará en medidas de estímulo para abordar la pandemia antes de realizar cambios más amplios en la política económica para reducir la desigualdad de ingresos. Como opción, insinuó la posibilidad de revisar el impuesto del 20% sobre los ingresos financieros.
El crucial papel de secretario jefe del gabinete fue para Hirokazu Matsuno, el exministro de educación que pertenece a la facción más grande del PLD, que está estrechamente asociada con Abe.
Desafío electoral
Tres de los 20 miembros del gabinete de Kishida son mujeres: Noriko Horiuchi como ministra de vacunas, Seiko Noda como ministra de igualdad de género y Karen Makishima, que estará a cargo de la reforma administrativa. Solo había dos mujeres en el gabinete anterior.
El primer desafío que enfrentará Kishida es una elección general que anunció que se celebraría el 31 de octubre. Si bien su conservadora elección de ministros sugiere que confía en el resultado, necesita mantener su impulso hasta las elecciones de la cámara alta que se celebrarán el próximo año.
"Todo depende de si habrá una nueva ola de infecciones por Covid-19", dijo Masato Kamikubo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Ritsumeikan en Kioto. "Si la tasa de apoyo del señor Kishida cae, no habrá nadie que lo proteja y corre el riesgo de ser reemplazado de inmediato".