Trump salva la Navidad al retrasar la aplicación de aranceles de 10% a productos chinos
Las cadenas de retail y los consumidores estadounidenses no sentirán el impacto de nuevos gravámenes hasta mediados de diciembre. La electrónica y juguetes son los más favorecidos.
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De forma sorpresiva, como suena ser su tónica, la administración de Donald Trump anunció ayer que postergaría la imposición de un arancel de 10% a una serie de bienes de consumo importados desde China, que incluye productos como los laptops, juguetes y celulares, hasta mediados de diciembre. Al parecer, el presidente cedió a la presión de empresas estadounidenses preocupadas por el impacto de tener los nuevos gravámenes en las ventas navideñas.
La Oficina del Representante Comercial (USTR, su sigla en inglés) comunicó su decisión de retrasar la entrada en vigencia de estos gravámeses -prevista para el 1 de septiembre- sólo minutos después de que Beijing dijera que el viceprimer ministro, Liu He, sostuvo una conversación telefónica con funcionarios comerciales estadounidenses en la que acordaron volver a comunicarse en dos semanas.
A pesar de que el mandatario ha negado reiteradamente que los aranceles tengan un impacto en los precios a los consumidores y ha insistido en que el costo está siendo asumido por China, explicó que tomó la decisión para no provocar un impacto en la mejor temporada de compras.
“Estamos haciendo esto por la temporada navideña, en caso de que algunos de los aranceles tengan impacto en los clientes estadounidenses”, explicó Trump a periodistas.
Aunque la mayoría de las tiendas ya habrían almacenado sus mercaderías navideñas antes de la fecha límite de septiembre, algunas habrían quedado expuestas a los aranceles para completar los pedidos a fines de la temporada de compras de fin de año.
La decisión se produce menos de dos semanas después de que Trump anunciara que iba a imponer un arancel de 10% sobre bienes chinos valorados en US$ 300 mil millones, acusando a Beijing de no cumplir las promesas de comprar más productos agrícolas estadounidenses. Eso se suma al impuesto de 25% que ya aplicó sobre importaciones chinas por US$ 250 mil millones. Además, EEUU denominó a China como un manipulador cambiario, lo que avivó más las tensiones.
Mercados celebran
De acuerdo con un análisis de Bloomberg, el anuncio de ayer divide la lista de bienes chinos afectos a los nuevos aranceles en dos. Productos agrícolas, antigüedades, ropa, artículos de cocina y zapatos, por un monto total de US$ 110 mil millones, se mantendrán en la lista a la que se le aplicarán gravámenes el 1 de septiembre.
Pero categorías populares, como smartphones, laptops, y juguetes -por un valor de US$ 160 mil millones- estarán sujetos a aranceles sólo a partir del 15 de diciembre.
Las acciones de Apple subieron hasta 5,8% porque el iPhone quedará exento de gravámenes por ahora, y las de Best Buy hasta 11% por el optimismo de que esto sirva como impulso para la venta de electrónica.
Los papeles de cadenas de retail como Gap y L Brands, además de los fabricantes de juguetes Hasbro y Mattel, también avanzaron.
The Toy Association, un grupo gremial de la industria de juguetes, dijo que la postergación de impuestos “salvó la temporada navideña”.
“La ropa es importante porque golpea al estadounidense promedio, sin importar su nivel de ingreso”, dijo JJ Kinahan, estratega de mercado jefe de TD Ameritrade, a Financial Times.
“Si se postergan los aranceles a los juguetes y la ropa hasta mediados de diciembre eso significa que las personas serán capaces de hacer la mayor parte de sus compras navideñas”, explicó.
El índice bursátil S&P 500 cerró con un alza de 1,5%, por el alivio que experimentaron los inversionistas, preocupados por el impacto que ha tenido la guerra comercial entre Washington y Beijing en el crecimiento global.
Desde el inesperado tuit de Trump del 1 de agosto amenazando a China, el S&P había perdido más de 4%.
IPC anota alza generalizada en julio
Los precios al consumidor de EEUU anotaron un aumento generalizado en julio, aunque es poco probable que la lectura más robusta de inflación cambie las expectativas de recortes en la tasa de interés de la Reserva Federal en septiembre. El Departamento del Trabajo dijo ayer que su Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 0,3% el mes pasado, debido a alzas en los costos de los productos de energía y de una serie de otros productos.
El IPC había subido 0,1% en los dos meses anteriores. En los 12 meses a julio, la inflación se situó en 1,8% en julio, frente al 1,6% de junio. Economistas encuestados por Reuters esperaban un alza de 0,3% en julio y de 1,7% frente al año anterior.
Excluyendo los componentes volátiles como energía y alimentos, la inflación subyacente sunió 0,3%, el mismo nivel de junio.