Tasas de más de 1.000%: inversionistas abandonan activos turcos ante duras restricciones a liquidez
Acosado por la recesión, la inflación y la creciente oposición política, Erdogan advirtió el domingo que los banqueros considerados responsables de especular contra la moneda local serían castigados.
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El costo del endeudamiento en Turquía está disparado, en momentos en que la nación sufre una violenta reacción frente a los controles que han atrapado a los inversionistas extranjeros en la lira, días antes de una elección que pondrá a prueba el apoyo al gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
La bolsa de Estambul se hunde este miércoles más de 5%, a medida que los inversionistas desesperados por financiamiento en lira abandonan en masa los activos turcos, lo que ha elevado el costo de asegurar deuda local contra un incumplimiento y empujado el rendimiento de los bonos a dos años por encima de 20%. Algunos gestores de fondos, como el japonés Daiwa SB Investments, dijeron estar reconsiderando las inversiones en el país.
Para evitar una caída de la moneda antes de la votación del 31 de marzo que determinará quién gobernará las principales ciudades de Turquía, las autoridades crearon una situación en la que no haya suficiente liquidez en liras para que los inversionistas no puedan entrar y salir fácilmente.
Eso puede ser bueno para Erdogan, pero está provocando grandes dificultades a los inversionistas que necesita para sostener la economía. La tasa para préstamos en liras a un día aumentó a más de 1.000% el miércoles.
"Nunca había visto un movimiento como este en los 21 años que he estado observando este mercado", dijo Julian Rimmer, operador de Investec Bank en Londres. “Esto equivale a sacrificar el pragmatismo a largo plazo por un recurso político a corto plazo. Estas tácticas harán que muchos operadores cuestionen la capacidad de invertir en liras".
Si bien hoy ha bajado 2%, la lira ha subido 6% en lo que va de esta semana, revirtiendo una caída el viernes que sorprendió a los inversionistas extranjeros y llevó a muchos analistas a recomendar la venta de la moneda.
Uno de los que pronostica más bajas es JPMorgan Chase, que fue criticado por las autoridades turcas que acusaron al banco de dar consejos "engañosos" y "manipuladores". Acosado por una recesión, la inflación y la creciente oposición política, Erdogan advirtió el domingo que los banqueros considerados responsables de especular contra la moneda serían castigados.
Las amenazas aumentaron la determinación de muchos fondos de cobertura extranjeros de salir del país, pero no han podido concretarlo porque los bancos turcos están bajo presión para no proporcionar liquidez, dijeron ayer cuatro banqueros con conocimiento directo de las transacciones.
Los bancos turcos ya habían enfrentado un límite en cuanto a la cantidad que pueden prestar a las contrapartes extranjeras de 25% de su capital, una regla impuesta después de la corrida del verano pasado para evitar que los inversionistas extranjeros intenten huir de una vez.
Muchos analistas e inversionistas contactados por Bloomberg, quienes pidieron anonimato por temor a una reacción violenta de las autoridades turcas, dijeron que a medida que la lira se convierte en una moneda muy difícil de intercambiar, los inversionistas podrían estar menos dispuestos a invertir en Turquía en el futuro.
"Con los movimientos de canjes, ahora me veo obligado a adoptar una estrategia inusual", dijo Takeshi Yokouchi, un gestor de fondos de mercados emergentes en Daiwa que dio marcha atrás en un plan para aumentar sus inversiones en bonos turcos debido a las restricciones en las operaciones. En cambio, va a rotar algunas de sus tenencias de liras en bonos de mayor duración o en efectivo.
Como indicación de lo grave que es la crisis de liquidez, el costo de pedir prestado en liras por un día en el mercado offshore se multiplicó por más de 40 veces en los últimos tres días al máximo desde la crisis financiera de Turquía de 2001, superando el 1.000% el miércoles.
Es por eso que las alzas de la lira de esta semana no están siendo celebradas por los inversionistas que habían apostado durante meses a que la moneda continuaría fortaleciéndose. Debido a que las tasas de financiamiento en moneda extranjera son tan altas, los operadores que cierran posiciones largas pueden perder dinero aun cuando la moneda se aprecie.
Los inversionistas se volvieron pesimistas sobre la lira luego de que los datos de la semana pasada revelaran que el banco central redujo sus reservas de divisas en marzo, lo que generó especulaciones de que está tratando de apuntalar la lira antes de las elecciones. Además, las empresas y los hogares turcos mantienen montos récord de sus ahorros en dólares y euros, generalmente un presagio de una caída de la confianza en la moneda local.
Erdogan, quien asumió con amplios poderes ejecutivos en junio, ha estado haciendo campaña en todo el país por el gobernante Partido AK, que se enfrenta a elecciones municipales competitivas en la capital Ankara y en el centro comercial de Estambul este fin de semana. Eso representa una amenaza para su dominio de un cuarto de siglo en las dos ciudades.