La Fed se muestra lista para actuar y proteger a la economía de EEUU de la guerra comercial
Mientras, Trump avivó la disputa arancelaria con México al estimar que los gravámenes se aplicarán a pesar de las negociaciones que se inician hoy en Washington.
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La discusión sobre una eventual reducción de las tasas de interés en Estados Unidos sigue tomando fuerza y ayer fue el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien dejó entrever la posibilidad de que se empiecen a registrar cambios en la política monetaria del banco central.
El titular del ente emisor dijo que están listos “para actuar como corresponde para sostener la expansión”, mientras se monitorea “de cerca” el impacto de la escalada de las guerras comerciales que desde hace un año ha sacudido a los mercados financieros.
“No sabemos cómo o cuándo se resolverán estos temas”, dijo Powell. “Como siempre, actuaremos apropiadamente para sostener la expansión, con un mercado laboral sólido y una inflación cerca a nuestro objetivo simétrico de 2%”, añadió.
Ya el lunes, el jefe de la Fed de St. Louis, James Bullard, adelantó que podrían “justificarse pronto” tipos más bajos, debido a los riesgos de la disputa arancelaria, la desaceleración del crecimiento global y la falta de presión inflacionaria en EEUU.
Más tensiones
Mientras, el presidente Donald Trump seguía poniendo el acelerador a una batalla que mantiene en dos frentes: México y China.
Con respecto al primero -que este año pasó a ser el principal socio comercial de EEUU-, el mandatario aseguró que los aranceles a los productos aztecas entrarán en vigencia la próxima semana, a pesar de que representantes de su gobierno se reúnen desde hoy con sus pares mexicanos en la búsqueda de un acuerdo que relaje las tensiones.
“Vamos a ver si podemos hacer algo, pero creo que es más probable que los aranceles se mantengan, y seguro estaremos negociando en paralelo a la entrada en vigencia de los impuestos”, dijo Trump en rueda de prensa desde Londres.
En tanto, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aseguró estar abierto a negociar, pero aclaró que no por ello dejará de estar preparado para un escenario negativo.
Desde Washington, el canciller Marcelo Ebrard dijo que hay un 80% de posibilidad de lograr avances con la Casa Blanca y que, de no resultar, el próximo jueves se darán a conocer los pasos que tomarán sobre este tema.
Y consideró que la imposición de aranceles tendrá más bien un efecto contraproducente y no disminuirá el flujo de migrantes. “Los aranceles podrían causar inestabilidad financiera y económica, lo que significa que México podría reducir su capacidad para abordar los flujos migratorios y ofrecer alternativas a los nuevos migrantes que han llegado recientemente al país”, apuntó el ministro.
Tomando medidas
A propósito de las tensiones, las principales automotrices del mundo comenzaron a evaluar el costo que tendrán los aranceles a los bienes mexicanos tanto para ellas como para su cadena de suministros, y dijeron que tienen previsto atrasar algunos envíos y adelantar otros antes de la aplicación de los tributos.
El retraso de las partidas afectaría a vehículos con altos niveles de inventarios en concesionarios en EEUU y, según un correo electrónico visto por Reuters, Toyota dijo a sus distribuidores en ese país que los aranceles podría costarle a sus principales proveedores entre US$ 215 millones y US$ 1.070 millones.
Por su parte, China emitió ayer una alerta de viajes para sus ciudadanos que quieran visitar EEUU, acusando a las autoridades migratorias de “acosos repetidos”, en una escalada adicional de la crisis entre las dos potencias.