JP Morgan sigue preocupado por las elecciones de Perú y advierte una creciente inestabilidad política a futuro
El banco de inversión norteamericano plantea que "la situación extrema que están sufriendo los hogares en lo que respecta a la crisis del Covid y los ingresos laborales, probablemente explican el elevado apoyo al candidato que propone una discontinuidad de la política macrofinanciera".
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Habiendo pasado una semana desde la elección que enfrentó a los 18 candidatos que postulaban a la presidencia de Perú, el país ya está totalmente enfocado en la segunda vuelta. Incluso, ya se realizó la primera encuesta de cara a los comicios, que sitúa al socialista Pedro Castillo como el favorito para liderar el país.
El sondeo de IPSOS plantea que Castillo alcanza el 42% de la intención de voto, por sobre el 31% que se inclina por su contrincante, Keiko Fujimori, y a lo que se suma que el 16% preferiría votar blanco o anular. Este panorama, según el banco de inversión estadounidense, JP Morgan, refleja "la opción de discontinuidad de la política en el futuro".
"Si bien el bajo apoyo inicial a Fujimori no es de extrañar dado el elevado rechazo con el que el candidato inicia esta contienda, el 42% que favorece a Castillo en esta etapa parece superior a lo que habíamos anticipado a priori dado su programa económico y social", se lee en el reporte elaborado por los economistas Diego Pereira y Lucila Barbeito.
En este escenario, el análisis plantea que "la situación extrema que están sufriendo los hogares en lo que respecta a la crisis del Covid y los ingresos laborales probablemente explican el elevado apoyo al candidato que propone una discontinuidad de la política macrofinanciera", a lo que agrega que "el contexto macroeconómico es adverso para quienes abogan por la continuidad de las políticas, ya que numerosos hogares enfrentan una incertidumbre extrema, en particular en lo que respecta al mercado laboral".
Ad portas de lo que el banco de inversión con sede en Nueva York califica como una "fuerte polarización que se avecina", sugiere que la estrategia de Fujimori debiese ser convencer a los nulos y blancos del sondeo (16%) y a quienes no respondieron la encuesta (11%), mientras que plantea que Castillo podría moderar sus posturas para ganar adeptos, pero advierte que considera "poco probable" esta alternativa.
"Las agendas difícilmente podrían ser más opuestas, particularmente cuando se trata de riesgos macroeconómicos, institucionales y regulatorios", dice el informe, que recuerda que el programa de Castillo defiende un mayor gasto público, menor independencia del Banco Central, nacionalización de empresas de rubros estratégicos y la elaboración de una nueva Constitución, al contrario de la agenda de Fujimori que, "en el lado macroeconómico e institucional exige básicamente el statu quo".
Riesgos de gobernabilidad
Sumado al polarizado escenario presidencial, Pereira y Barbeito advierten que "la fragmentación del Congreso hace que la gobernabilidad sea un gran riesgo por delante", siguiendo así la senda que ha caracterizado a la política peruana durante los últimos cinco años.
"Quienquiera que gane el primer cargo encontrará un gran desafío para aprobar leyes, ya que las coaliciones viables estarían lejos de ser una mayoría simple -un hecho que por sí mismo limita la posibilidad de coaliciones políticas resilientes en el futuro-", alerta el informe. Además, recuerda que "el riesgo de juicio político podría seguir siendo el punto de mayor énfasis del Congreso sobre el gobierno, ya que el presidente no tendrá un banquillo con los 44 votos necesarios para evitar tal intento".
Ante este escenario, JP Morgan advierte que es "poco probable que los mercados financieros de cara al futuro demuestren ser tan resistentes a una posible crisis política como en el pasado reciente", y recuerda que la economía "ha perdido uno de los dos anclajes macroeconómicos clave que tenían los mercados delimitados por la prolongada crisis política".
De hecho, el informe lamenta que la pandemia del Covid-19 "ha erosionado la fortaleza fiscal marcada por un endeudamiento muy bajo y una regla fiscal estructural", y señala que el "ancla restante" es la credibilidad del Banco Central y el alto nivel de reservas internacionales, "que el resultado de las elecciones también podría socavar". Pese a todo esto, la entidad financiera plantea que, de acuerdo a su escenario base, no habría una "gran discontinuidad en la política en el futuro".