Expertos de la ONU llaman a cambiar la dieta para frenar el cambio climático
Si el promedio de las temperaturas globales aumenta en 2°C, el riesgo de inestabilidades en los suministros de alimentos "serán demasiado altos", apunta el reporte.
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El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático publicó un duro informe sobre La Tierra y el Cambio Climático, en el que advierte, entre otras cosas, cómo el clima está afectando la disponibilidad, el acceso, la nutrición y la estabilidad de los alimentos.
En el reporte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) comenta que si no se controla el cambio climático, el aumento de las temperaturas, el clima extremo y la degradación de la tierra podrían desencadenar una crisis alimentaria mundial.
"La seguridad alimentaria se verá cada vez más afectada por el cambio climático futuro a través de la disminución del rendimiento agrícola, especialmente en los trópicos, con el aumento de los precios, la reducción de la calidad de los nutrientes y las interrupciones de la cadena de suministro. Veremos diferentes consecuencias en diferentes países, pero habrá un impacto más drástico en los países de bajos recursos en África, Asia, América Latina y el Caribe", asegura Priyadarshi Shukla, una de las autoras del informe.
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El estudio destaca que actualmente alrededor de un tercio de la comida se pierde o se desperdicia. Las causas difieren entre países desarrollados y en desarrollo, pero reducir su ocurrencia disminuiría las emisiones de gases de efecto invernadero y la inseguridad alimentaria.
"Algunas dietas requieren más agua y más tierra, y causan más emisiones de gases que aumentan el calentamiento global. Las dietas balanceadas con más alimentos a base de granos, legumbres, frutas y verduras, y con alimentos animales producidos de manera sostenible, presentan oportunidades para limitar el cambio climático", revela la experta Debra Roberts.
El informe -elaborado por más de 100 científicos de todo el mundo- también asegura que hay maneras de abordar los riesgos y reducir las vulnerabilidades en los sistemas de producción y distribución de la comida, y de gestión de la tierra. Reducir la desigualdad, aumentar los salarios y asegurar el acceso a la comida en regiones donde la tierra ya no produce también influyen en adaptarse a los impactos negativos del cambio climático.
El panel concluyó que si el promedio global de las temperaturas sube 2°C sobre el límite pre-industrial, el riesgo de inestabilidades en el suministro de alimentos "es demasiado alto".
Efecto climático
Una de las formas clave en que la producción de alimentos podría verse afectada es por los fenómenos meteorológicos extremos. Los estudios han demostrado que el cambio climático está aumentando la frecuencia y la severidad del clima extremo, causando precipitaciones más intensas durante las tormentas o alargando las olas de calor extremas, por ejemplo, que pueden interrumpir los cultivos o alterar las estaciones de crecimiento.
Cynthia Rosenzweig, científica investigadora senior del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA en la ciudad de Nueva York y una de las autoras principales coordinadoras del informe, dijo que gran parte del mundo depende del comercio para acceder a los alimentos, lo que aumenta la vulnerabilidad del planeta si la producción de alimentos se ve afectada en varias regiones al mismo tiempo.
"Vemos que hay una creciente interconexión en nuestros sistemas alimentarios", dijo Rosenzweig. "Hay comercio por todas partes, y el potencial de fallas en múltiples canastas está aumentando".
La investigación también advierte que el calentamiento global podría permitir que proliferen algunas malezas y plagas, y podría debilitar la capacidad de ciertos cultivos para combatir enfermedades. "Está comenzando a parecerse más a los trópicos, donde las plagas y los patógenos persisten durante todo el año y son mucho más difíciles de controlar", dijo.
Los estudios también han demostrado que bombear más dióxido de carbono a la atmósfera, principalmente a través de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, podría disminuir la calidad de los nutrientes en ciertos cultivos.
La deforestación, como una forma de limpiar la tierra para la agricultura, es una de las formas más significativas en que el uso humano de la tierra contribuye al calentamiento global porque los árboles absorben y almacenan dióxido de carbono de la atmósfera de forma natural.