Carlos Vial: “Hubiésemos querido mayor avance hacia una normativa salmonera más flexible”
Como un “tímido paso” en la senda correcta, calificó los cambios propuestos por el gobierno. “Ha costado recuperar las confianzas entre los actores”, dice.
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El endurecimiento del reglamento sanitario para la industria salmonera, anunciado por el ministro de Economía es visto como insuficiente para garantizar la competitividad y sustentabilidad del sector.
Carlos Vial, ex presidente de SalmonChile y vicepresidente de Friosur, empresa ligada a José Luis del Río, precisó que la nueva normativa está en la senda correcta pero aún es un “tímido paso” para recuperar el terreno que la industria de la salmonicultura chilena ha perdido. Un coordinado trabajo público-privado sería, a su juicio, la solución aunque advierte que las confianzas están rotas, por lo que se necesita que ambas partes colaboren para no “farrearse” esta oportunidad.
-¿Qué le parece la agenda propuesta por el gobierno?
-No me atrevo a calificarla como agenda. Es solo un tímido paso en la dirección correcta, con incertidumbres de importancia, que afectan la productividad de las operaciones y eventualmente las condiciones sanitarias. Una agenda busca lograr un objetivo con una visión de futuro. Aquí falta la visión.
Estos ajustes tendrán un impacto positivo en las variables sanitarias, y no solo buscan enfrentar los desafíos sanitarios de la industria, sino que, cuando todas estén en operación, proveerá herramientas para una operación más eficiente y sustentable.
-¿Qué considera le faltó?
-Un avance mayor hacia una normativa más flexible, como la de Noruega, que permita crecimiento y sustentabilidad. Con este cambio vamos a una fase dos, mientras que la noruega está en fase cuatro. Aún estamos en un escenario de fuerte restricción a los comportamientos individuales para asegurar el bien común. Estaré conforme si durante el próximo año podemos avanzar al nivel tres, que incluya una coordinación grupal de los programas de siembras por macrozonas, asegurando crecimiento y sustentabilidad.
-¿Va en la línea de procurar la competitividad de la industria?
-En la línea sí, pero solo estamos pasando al nivel dos. Si nos mantenemos en lo que estamos, la industria y el país estará en serios problemas.
-¿Cuál es el punto que más les complica?
-Que se esté implementando de a poco. Si la restricción de las densidades no se complementa con la puesta en marcha del porcentaje de reducción de siembra (PRS) y las modificaciones a los barrios, implicará la inviabilidad de barrios con densidades bajo los niveles de rentabilidad y sustentabilidad.
Menores densidades
-¿Qué le parece que se rebaje la densidad de los ciclos productivos de 11 kg/m3 a 8 kg/m3?
-Con 8 kg/m3 no se pueden obtener rentabilidades positivas y tenemos hasta marzo para terminar con el ajuste en marcha, de lo contrario tendremos que dar un paso atrás. En Noruega es tres veces más de lo que permite esta norma. Esta medida busca restringir brutalmente las siembras de alevines en los próximos meses mientras entra en efecto el programa de siembra individual, pero por ahora concentrémonos en lo que tenemos ya que mientras avancemos estamos bien.
-¿Estas medidas reducirán el uso de antibióticos en la industria?
-Pero en forma individual y es totalmente marginal. El consumo de antibióticos disminuirá con programas de mejores prácticas con todos los actores y que entren al mercado nuevas vacunas.
-¿Con esta normativa se podrá alcanzar una producción sin riesgos sanitarios?
-Los riesgos sanitarios siempre existirán, éste es un breve avance para controlarlos más efectivamente.
El medio marino es compartido por muchas actividades y todas tienen impactos, lo relevante es controlar las prácticas y las externalidades negativas de unos sobre otros, modelos que monitoreen permanente las variables así podemos reaccionar e implementar los ajustes en cada caso.
Más colaboración
-¿Qué le falta a esta normativa para estar a la par de los países en desarrollo?
-Concuerdo con Marine Harvest que ha sido muy lento, sin embargo también creo que la idiosincrasia nacional no permite avanzar tan rápido como se quisiera a un modelo de Licencias de Producción como la de Noruega, pero también nos hemos tomado un tiempo excesivo desde los ajustes legales a la fecha, lo que ha permitido que la industria en todos los países tenga resultados positivos mientras que en Chile no.
-¿Cuál es la responsabilidad de la industria en las crisis sanitarias que ha enfrentado?
-No acordar con la autoridad un trabajo conjunto, de largo plazo, para asegurar la sustentabilidad sanitaria y ambiental, y recuperar la estabilidad financiera y productiva con estándares mundiales de producción. Ha costado recuperar las confianzas entre los actores, de los actores con la autoridad, y ahora último, post Chiloé, vemos que tampoco existe un buen ánimo con la comunidad. La rotura de su unidad fue el otro gran legado de la crisis del ISA. La industria chilena ha cedido mucho terreno ante la industria mundial y es tiempo que nos aboquemos a recuperar nuestro sitial.
Pero para bailar tango se necesitan dos y la autoridad nunca le ha dado la relevancia institucional a la acuicultura. Ningún gobierno ha estado dispuesto a un respaldo abierto y colaborativo, pues el clima pro empresa no ha sido el que ha primado en la atmósfera.
-¿Con el fortalecimiento del RESA la industria podrá recuperar el terreno perdido de forma sustentable? ¿Cuánto depende de la industria?
-Si nos quedamos solo en este llamado y aún suponiendo el éxito de las medidas, no aseguro que seamos capaces de recuperar el dinamismo perdido, desde la irrupción del ISA a la fecha, y no se transforme en un corto plazo, de lo que pudo ser y no fue. Nada depende exclusivamente de nadie. Nos falta colaboración y hacernos cargo que tenemos la oportunidad de tener una industria sólida y sustentable y avanzar a una normativa de clase mundial. Lo contrario sería un despropósito y una farra de innovación y desarrollo que no se perdonaría.