Macro

Hacienda raya cancha para “un mejor 2017”: PIB crecerá 2,25% y déficit fiscal llegará a 3,3%

La deuda bruta superará el 20% del Producto por primera vez desde 1994. El ministro confía en que la actividad se acelerará el próximo año por “varios factores”.

Por: Narayan V. Caviedes | Publicado: Martes 4 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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No es austero, sino que responsable e, incluso, “pro crecimiento y pro inversión”. Así catalogó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el Presupuesto 2017, que explicó en detalle ayer en la sede del Congreso en Santiago durante la exposición de la Hacienda Pública.

Y si bien la situación fiscal es compleja, el jefe del equipo económico del gobierno confía en que el próximo año la actividad “se acelerará” y el crecimiento será “algo mayor”, vaticinio que se sustenta en factores externos, como una expansión del PIB global levemente mayor, un comercio mundial que debería mejorar y una recuperación del precio del cobre; y elementos internos, como un “impulso macroeconómico” determinado por la política monetaria aún expansiva, tasas de interés bajas, una política fiscal “moderadamente expansiva” y un tipo de cambio más favorable.

Así, el crecimiento del PIB proyectado por Hacienda para 2017 es de 2,25%. Para este año, el ministerio espera una expansión del Producto de 1,75%.

“Pensamos también que el ajuste de la minería está terminando, aunque no hay evidencia concluyente”, expuso Valdés, quien agregó que espera “cierto mejoramiento en los niveles de confianza, en la medida que las discusiones ‘eternas’ se aquietan”.

En este escenario, el ministro consideró que el Presupuesto 2017, que crece un 2,7%, jugará un papel importante en el ciclo económico, no sólo en las confianzas de empresarios y consumidores, sino que en la relación de la política fiscal con la monetaria. Esa es su apuesta.

“Lo que estamos proponiendo tiene que ver algo con las clasificadores de riesgo, que es secundario, pero sobre todo estamos protegiendo mantener las tasas de interés de largo plazo, lo que beneficia al fisco, a las empresas y a las familias que toman un crédito hipotecario. Eso ayuda a la reactivación”, detalló Valdés, quien subrayó que “cumplir con la regla de balance estructural es importante para el clima” y que “ahora la pelota está en el sector privado”. Y agregó: “Estamos haciendo un esfuerzo fiscal para tener tasas de interés bajas y darle cancha al sector privado. Los temas de credibilidad y confianza en el ámbito fiscal tienen que darse por superado”.

Y a pesar que los ingresos fiscales se estancaron, creciendo un exiguo 0,3% este año en relación a 2015; y que la situación fiscal es más compleja que en años anteriores, con una deuda bruta que se ubicaría en 21,7% del PIB este año (la más alta desde 1994), un déficit efectivo en 3,1% -para llegar a 3,3% en 2017- y un déficit estructural terminando este año en 1,7%, Valdés concluyó que “la responsabilidad fiscal paga” y que el mejor camino para financiar la deuda y otras exigencias (ver nota página 26) es emitir nueva.

Diferencias en el oficialismo

El plan de crecimiento, o la falta de una estrategia de desarrollo, fue duramente cuestionada por algunos parlamentarios del oficialismo que integran la comisión especial mixta de Presupuestos, como el diputado DC, Pablo Lorenzini, y el senador socialista, Carlos Montes. Este último criticó que el gasto en inversión pública directa se contraiga un 3,7% en el erario del próximo año e interrogó: “¿Un Presupuesto donde la inversión cae y se apega estricamente a la regla de balance estructural es la única estrategia?”. “Necesitamos una opción reactivadora, anticíclica y donde la inversión pública sea el centro de la acción que desarrollamos”, contestó el propio legislador, quien aseguró que “la regla fiscal es útil en condiciones normales, pero después de tres años de crecer al 2% la situación no es así”.

El presidente de la comisión, el senador DC, Andrés Zaldívar, fue algo más optimista, al señalar que “si se produce el compromiso público-privado que considera el Presupuesto (con concesiones y capitalización de empresas públicas), puede crecer la inversión en hasta un 10%. Creo que la inversión privada se va a incrementar”.

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