Economistas anticipan mayor carga para las arcas fiscales, pero difieren sobre si subir impuestos
Expertos locales criticaron el enfoque de universalidad de la propuesta y advirtieron que más adelante no se podrían financiar otras ayudas.
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No solo en el mundo político, sino también entre economistas el retiro de fondos anunciado por el Gobierno generó un remezón, y la presión fiscal parece ser una preocupación transversal.
Una de las más críticas es la directora del Centro de Estudios Financieros ESE de la U. de Los Andes, Cecilia Cifuentes, quien alerta que “se le está poniendo una presión excesiva en las finanzas públicas”, y advierte que la clasificación crediticia de Chile se seguirá deteriorando.
Para la experta, el enfoque de universalidad de la medida es inadecuado, pues “se está confundiendo la ineficiencia en la gestión para llegar a quienes más lo necesitan con la necesidad de universalidad que está generando un daño fiscal muy importante”.
El extesorero general de la República, Hernán Frigolett, también arremetió contra la propuesta, señalando que “son políticas muy mal diseñadas que tienen un efecto fiscal enorme para futuro”. En su opinión, es preocupante que se dejarían menos recursos disponibles para políticas que apunten a financiar a las PYME “de verdad”, seguir apoyando a los hogares y financiar programas de empleo.
Por el contrario, para la economista senior de Libertad y Desarrollo, Macarena García, el anuncio va en la dirección correcta y pone el acento en que se refuerza el sistema de ahorro individual. “Es cierto que hoy tiene un gasto adicional (el Fisco), pero eso también implica que hacia adelante va a tener un menor gasto”, dado que para ella la mayor preocupación está en que el Gobierno tenga que asumir por completo la merma en las jubilaciones tras los retiros, porque ahí el sistema fiscal “no aguanta”.
¿Reforma tributaria?
Para Daniel Velandia de Credicorp Capital, la gran preocupación es la velocidad a la cual se han deteriorado las cuentas fiscales, “así como la poca claridad respecto a cómo y cuándo comenzará el proceso de consolidación fiscal”. Con un proceso constituyente que derivaría en un mayor tamaño del Estado, considera clave “acelerar la discusión respecto a mayores fuentes de recaudación fiscal y la revisión de exenciones tributarias”.
En línea con ello, Alfredo Coutiño -de Moody’s Analytics- dice que le inquieta que la medida representará “una carga más para las finanzas públicas en un año en donde el inicio de la consolidación fiscal debería empezar”. Por ende, plantea que “el costo del programa puede requerir echar mano de financiamiento público o, bien, empezar a subir los impuestos en un futuro no lejano”.
Desde JP Morgan, Diego Pereira comparte la preocupación del rápido avance sobre el espacio fiscal “en principio transitorio”, pero propone que cualquier reforma tributaria “debería articularse a los posibles cambios en la Constitución”. Por ahora, más que subir impuestos sugiere medidas más focalizadas, como revisar exenciones tributarias.
Otra perspectiva expone Nikhil Sanghani, de Capital Economics, quien plantea que el costo económico de la propuesta es “bastante pequeño”, por lo que ahora “es demasiado pronto para considerar aumentar los impuestos”.