Chile y otras 129 economías acuerdan respaldar un impuesto mínimo global corporativo
Las negociaciones coordinadas por la OCDE apuntan a que las multinacionales paguen tributos donde operan y obtienen ganancias, y agrega certeza y estabilidad al sistema tributario internacional.
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Tras una década de negociaciones, más de un centenar de países alcanzaron un acuerdo mundial para implementar una reforma tributaria internacional que garantice un impuesto mínimo global a las empresas multinacionales.
Este miércoles y jueves los países y jurisdicciones que negocian el tema coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), retomaron las discusiones, y 130 economías -entre ellas Chile- que representan el 90% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial respaldaron una propuesta de dos pilares para actualizar el sistema fiscal global.
El primero de estos pilares apunta a garantizar que las grandes empresas multinacionales paguen impuestos donde operan y donde obtienen ganancias, lo que "agrega certeza y estabilidad muy necesarias al sistema tributario internacional'', según el foro multilateral.
Esto "garantizará una distribución más justa de los beneficios y los derechos fiscales entre los países con respecto a las empresas multinacionales más grandes, incluidas las empresas digitales", se lee en un comunicado difundido por la OCDE.
La misiva precisa que la medida reasignaría algunos derechos impositivos sobre las empresas multinacionales de sus países de origen a los mercados donde realizan actividades comerciales y obtienen beneficios, "independientemente de si las empresas tienen presencia física ahí".
El segundo punto tiene que ver con, justamente, establecer "un piso a la competencia" en cuanto al impuesto sobre la renta de las empresas, a través de un impuesto mínimo global corporativo que permitiría a los países "proteger sus bases impositivas".
Lo que viene
En las discusiones al alero de la OCDE participan 139 países, y si bien un grupo pequeño no se ha sumado, el límite de las negociaciones está pensado para octubre, mes en que se prevé finalizar el trabajo técnico restante y diseñar el plan de implementación efectiva en 2023.
"El paquete de dos pilares proporcionará un apoyo muy necesario a los gobiernos que necesiten recaudar los ingresos necesarios para reparar sus presupuestos y sus balances mientras invierten en servicios públicos esenciales, infraestructura y las medidas necesarias para ayudar a optimizar la solidez y la calidad de la recuperación post-Covid", defendió la OCDE.
La entidad precisó que con el primer pilar se busca que los derechos tributarios de más de US$ 100.000 millones de ganancias se reasignen a las jurisdicciones del mercado cada año, y un impuesto mínimo global de al menos 15% generaría ingresos tributarios adicionales anuales de al menos US$ 150.000 millones, según cálculos del organismo.
Junto con lo anterior, el comunicado plantea que se obtendrán beneficios adicionales de la estabilización del sistema tributario internacional y la mayor certeza tributaria para los contribuyentes y las administraciones tributarias.
El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, planteó que "este paquete histórico garantizará que las grandes empresas multinacionales paguen su parte justa de impuestos en todas partes", detallando que "este paquete no elimina la competencia fiscal, como no debería, pero establece limitaciones acordadas multilateralmente. También se adapta a los diversos intereses en la mesa de negociaciones, incluidos los de las economías pequeñas y las jurisdicciones en desarrollo".
La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen -que volvió a poner el tema sobre la mesa hace algunos meses- defendió que el acuerdo de hoy "es una clara señal: la carrera hacia abajo está un paso más cerca de llegar a su fin", prometiendo que su país "participará en una competencia que podemos ganar; una juzgada por la habilidad de nuestros trabajadores y la solidez de nuestra infraestructura".