Reactivación económica y más orden en la Nueva Mayoría debieran marcar cónclave
Hoy se reúne la Presidenta y los partidos oficialistas. El encuentro delineará los dos años que restan de gobierno.
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Algunos la han denominado reunión de trabajo, otros, cónclave. Pero lo cierto es que el encuentro que hoy sostendrá la presidenta Bachelet con los timoneles de los partidos de la Nueva Mayoría (NM) y los ministros políticos de su gabinete, podría marcar los últimos dos años de su gobierno.
Ello, porque en la cita, que comenzará a las 15 horas y podría extenderse hasta las 21 en el palacio de La Moneda, se tratarán temas clave para la proyección de la NM de cara a las próximas elecciones.
Si bien el punto al que más se hizo referencia en las semanas previas fue al económico, por el ajuste fiscal y la necesidad de levantar una agenda de inversiones que vaya más allá del cobre, lo medular será político.
En ese contexto, La Moneda les solicitó a los partidos que les enviaran propuestas con los temas que querían trabajar. Las colectividades acordaron que todos los timoneles elaboraran un documento, que redactó el secretario nacional de la Democracia Cristiana, Gonzalo Duarte. El texto, de cuatro carillas, fue entregado la semana pasada al Ejecutivo.
Los trascendidos, en todo caso, indican que en el encuentro se abordará la necesidad de difundir y capitalizar las reformas y logros alcanzados por el gobierno, como la educacional y la tributaria. Además, se debería analizar el escenario de cara a las elecciones municipales, seguridad y el conflicto mapuche.
Más allá de las propuestas que la NM haya entregado al Ejecutivo, y que existan trascendidos sobre lo que hoy se abordará, algunos analistas coinciden en que la reunión debería servir para ordenar y alinear al bloque, en razón del compromiso previo que existió con Michelle Bachelet.
Gobierno eficiente
Para el director ejecutivo del Instituto Libertad, Aldo Cassinelli, la de hoy es una instancia para ajustar engranajes.
“En primer lugar, tiene que haber una coherencia entre el gobierno y su base de apoyo parlamentario, que claramente hoy día no se vinculan directamente”, dice el analista.
Lo anterior, apunta, da como resultado el segundo punto, que es clave para entender lo que está pasando en el país y que es cómo mejorar la gestión del aparato público.
“No es posible que el Estado se siga conduciendo de esta manera y que el gobierno, que es el administrador temporal de este Estado, no haga las cosas bien. Cada una de sus reformas, que ha logrado aprobar sin ningún problema, no se lleven a la práctica o implementen de buena manera. Esos dos elementos van a ser clave en el último par de años para el gobierno”, asegura Cassinelli.
Otra de las prioridades que deberían estar sobre la mesa del Salón Montt Varas, donde se realizará el cónclave, está relacionada directamente con la eficacia.
“Cuando el gobierno es ineficiente en el uso de los recursos, que cada vez son más escasos, y ya se tiene un primer ajuste presupuestario, se está poniendo en riesgo precisamente las reformas que se están haciendo, pero también todo lo que se ha hecho en los 20 o 30 años anteriores”, recalca Cassinelli.
Por eso, expresa, lo que tiene que haber son políticas especiales para activar la economía. “Y ahí el ministro Valdés tiene que tomar un rol más protagónico en definir una estrategia macro de funcionamiento del Estado y la reactivación de la economía”, señala.
Impronta municipal
Para el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración de la Universidad Central, Marco Moreno, el tema económico debería tener un lugar importante, pero no al punto de generar una incertidumbre tan grande como la que han instalado las autoridades.
“Creo que Rodrigo Valdés ha exagerado un poco y eso ha llevado a que las expectativas de los actores políticos estén bastante alineadas con esta restricción, pero que evidentemente inhabilita la acción del gobierno en un año electoral, que debiera ser mucho más importante”, explica el académico.
Moreno añade que “debería haber anuncios en materia de crecimiento, porque hasta el momento sólo se ha hablado de recorte presupuestario”.
Sin embargo, subraya que para que este cónclave tenga éxito su principal objetivo debiera ser el desafío electoral de octubre y cómo la Nueva Mayoría y el gobierno se alinean detrás de ese proceso.
“Por lo tanto, la posibilidad de un gabinete que tenga un perfil más electoral y acciones del gobierno que vayan en línea con ese objetivo debiera ser la impronta que este cónclave debiera marcar para que tenga algún efecto”, sostiene.
Pero la directora del Programa Calidad de la Política de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, tiene una mirada diferente.
Desde su óptica, el tema económico ha sido explicado latamente por el ministro Valdés y la elección municipal es resorte de los partidos y no del gobierno. “El cónclave debiera fijar un derrotero de las reformas que se han hecho y las promesas de gobierno que falta por cumplir, porque no existe un calendario que establezca plazos para eso”, expone.
Un segundo punto, suma, tendrá que ver con ordenar a las huestes. “Alguien debe hacerse responsable y terminar con los disensos y peleas a través de los medios de comunicación. No es posible que no haya una metodología clara de trabajo al interior de la NM”, advierte De la Fuente.
El director del Observatorio Político Electoral de la UDP, Mauricio Morales, estima que la reunión de hoy debiese considerar dos grandes dimensiones.
“Primero, la disciplina legislativa para aprobar los proyectos de ley en discusión, cosa de reducir al máximo las posturas díscolas”, asegura.
Y segundo, precisa, evaluar y proyectar la elección municipal de octubre.
“Ambas cosas van relacionadas. Se espera que con un gobierno ordenado aumente la aprobación presidencial y que eso favorezca a los candidatos de la Nueva Mayoría en los comicios locales”, declara.
De igual forma, cree que debiese firmarse un pacto de garantías respecto a que las primarias de alcalde sean una instancia de participación y no de confrontación en el bloque oficialista.
Los compromisos anteriores que serán revisados
El encuentro de hoy en La Moneda será el segundo de su tipo en el año, luego del que se realizó el pasado 13 de enero a las 20 horas en el palacio presidencial de Cerro Castillo en Viña del Mar.
En esa oportunidad, la cita se llevó a cabo en medio del frenesí legislativo por sacar adelante varios proyectos de ley emblemáticos. Como el relativo al fortalecimiento y transparencia de la democracia, la ley de partidos, la reforma laboral, la ley que simplifica el sistema tributario, la ley anticolusión, la carrera docente y la agenda corta antidelincuencia
Tras la reunión de enero se informó que las partes se habían comprometido a mejorar los canales de comunicación entre la mandataria y los partidos de la Nueva Mayoría.
Sin embargo, de todas las reuniones que se han producido entre la Presidenta y los timoneles oficialistas la más importante fue el 3 de agosto de 2015 en el Estadio El Llano de San Miguel.
Luego de ese cónclave la jefa de Estado hizo una serie de anuncios, entre ellos la reducción de la cobertura de gratuidad al 50% más vulnerable, para incluir a algunas privadas.
Asimismo, Bachelet declaró que se simplificaría la reforma tributaria y que se aplicarían nuevas medidas para frenar el aumento de la delincuencia.
Para evaluar el avance de esos compromisos, La Moneda le hizo llegar esta semana a los partidos un documento titulado "Síntesis cónclave NM 03.08.2015".
La idea, han comentado en palacio, será revisar área por área (educación, salud, fotalecimiento de la democracia, descentralización, seguridad ciudadana y materias económicas) qué ha pasado con cada punto.
Y es que la preocupación principal en el Ejecutivo es comenzar a capitalizar de una vez por todas los logros que se han alcanzado y que se traduzcan en un alza en las encuestas.
Cuestión que permitiría la proyección del bloque gracias al cumplimiento del programa de gobierno.
Algo que, dicen en la propia Moneda, además posibilitaría que las reformas implementadas en la administración Bachelet puedan permanecer en el tiempo.
Pero la buena evaluación para el oficialismo ha sido esquiva, principalmente por el papel que han tenido miembros de la familia presidencial, Sebastián Dávalos -hijo de la mandataria- y su esposa Natalia Compagnon, en el caso Caval.
E, incluso, asesores directos de la Presidenta, como el ex administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, y últimamente la jefa de gabinete de la Mandataria, Ana Lya Uriarte.