La UDI se margina de la búsqueda de acuerdos para marcar su identidad


La ausencia de la UDI en la foto que plasmó el protocolo de acuerdo que terminó subiendo a sus socios de RN a la aprobación de la reforma constitucional que permite el voto de los chilenos en el extranjero, es sólo un ejemplo de la soledad en que está quedando con su oposición a distintas iniciativas que está impulsando el gobierno.

En ese contexto, la colectividad tampoco estará presente en la ceremonia con que La Moneda firmaría hoy el proyecto de ley que cambia el sistema electoral binominal. Esto, porque apenas conocidas las gestiones que ponían esta reforma en un lugar prioritario de la agenda, la UDI anunció de inmediato su rechazo, con el argumento de que los problemas del país no se resuelven aumentando el número de parlamentarios.

Calculando que por dicha actitud no se puede contar con los representantes del gremialismo para las reformas políticas, desde el Ejecutivo nadie se acercó al senador Hernán Larraín, abierto a aprobar el voto de los chilenos en el exterior, para pedirle el respaldo al acuerdo al que se llegó con el resto de la oposición, en orden a que la correspondiente ley orgánica establezca que los beneficiados con la iniciativa deberán inscribirse por una única vez en el consulado de la ciudad o país en que se encuentren, salvo que se trasladen. 
Pero el senador Larraín, a pesar de que alega que no se respetó un acuerdo previo de la Comisión de Constitución, era la excepción de su bancada. De hecho, su par, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe, insistió en la postura tradicional de la UDI respecto a la necesidad de establecer un vínculo entre las personas que viven en el exterior y que desean votar en las elecciones chilenas, argumento que en la tienda se ha esgrimido desde el inicio del debate y que no ha variado en estos años, lo que para algunos gremialistas habla de la “coherencia” del partido en materias políticas, pero que otros, contrasta con el supuesto ánimo de modernización y actualización del discurso.

Estrategia de diferenciación 


Algo similar se espera que ocurra en relación con el sistema electoral, luego de que aun sin conocer los detalles, la UDI adelantó su rechazo a la propuesta. Fue el senador Juan Antonio Coloma quien afirmó que “le decimos al ministro Peñailillo que está profundamente equivocado respecto a los problemas del país, por qué de 20 a 154 diputados? ¿Para que haya más cupos para parlamentarios? ¿Alguien cree que esos son los problemas políticos de Chile? ¿Qué falten parlamentarios?”.

Un alto representante de la colectividad defiende las posturas en las que su partido va quedando solo, aclarando que “hoy día, más que nunca, la UDI necesita diferenciarse frente a su electorado” y, en este contexto, agrega que ello debe ocurrir particularmente en materias políticas, donde “se está dando una discusión ideológica fuerte, porque estos hechos no son aislados y tienen su expresión en distintos proyectos”. Y concluye aludiendo a quienes hablan de actualización del discurso que “en lo político, la UDI, no necesita un discurso nuevo”. Con posturas como ésta es con las que discrepa Larraín, ya que estima que con ese tipo de posiciones “la UDI va a quedar fuera de la mesa. Porque el partido aún no ha asimilado el sentido de los tiempos”. En este contexto, explicita que “si se hubiera aceptado, en su momento, el acuerdo DC-RN por el binominal se habría avanzado y ya se habría cerrado el tema”. Pero el mismo senador sabe que su posición es minoritaria frente a quienes creen en la estrategia más dura para perfilar al partido, tal como lo han demostrado en la discusión de la reforma tributaria.