En COP26 parte negociación de recursos para mitigación y adaptación al cambio climático
Las “partes” tendrán hasta 2025 para acordar el monto anual -desde un piso de US$ 100 mil millones- que los países avanzados deberán aportar a las naciones en vías en desarrollo.
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A fines de febrero pasado, se realizó en Tokio, Japón, uno de los encuentros “informales” que se efectúan cada año para hacer una primera evaluación de los temas abordados en la Cumbre de Cambio Climático anterior, en este caso la COP25 que se efectuó en Madrid, junto con repasar los temas prioritarios para la siguiente.
Rodrigo Olsen, Jefe de Negociones y Director de Medio Ambiente y Asuntos Oceánicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, precisó que si bien en esta reunión no se “negocia un resultado”, cumplió los objetivos al permitir una evaluación colectiva de lo avanzado en Madrid bajo la presidencia de Chile y acordó sumar nuevas temáticas a los debates en la próxima COP26, en noviembre en Glasgow, Reino Unido.
“En la agenda para Glasgow se contempla la negociación sobre mercados de carbono, pero también otros temas que no estaban mandatados el año pasado y serán clave, como iniciar el debate para una nueva meta colectiva de movilización de recursos financieros, con un piso de US$ 100 mil millones anuales”, afirmó Olsen.
En la COP16, realizada en Cancún en 2010, los países desarrollados se comprometieron a movilizar US$ 100 mil millones anuales para financiar las políticas de mitigación y adaptación de los países en dasarrollo. Posteriormente, en la COP21, que se efectuó en París en 2015, acordaron definir una nueva meta a partir de 2025. Y en la reunión de Tokio se acordó iniciar el proceso de negociación en la COP26.
¿Por qué iniciar y no zanjar? Porque se trata de un tema complejo, ya que hasta ahora no existe una forma de medición clara en la convención, ni tampoco acordada políticamente por los estados para determinar cómo se han movilizado estos recursos. De ahí que sea un debate preliminar y que busca “ir avanzando lentamente a 2025, año donde está el mandato de aumentar las contribuciones”, señaló Olsen.
Además de la nueva meta, el jefe negociador de la Cancillería comentó que la Cumbre de Glasgow deberá capitalizar la comunicación de las nuevas Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC) que deben presentarse durante este año y que debieran “representar un aumento de la ambición, tanto en mitigación como en adaptación”.
Mercados de carbono
Sobre el Artículo 6°, que regula los mercados de carbono, punto que quedó pendiente en la COP25, Olsen dijo que en Tokio se reconoció que era un “tema complejo y difícil” y que varios países solicitaron que las propuestas presentadas por Chile - y “que representan la formulación más avanzada hasta la fecha”-, fueran el punto de partida para las negociaciones que deben continuar este año.
“Las posibilidades de éxito en Glasgow dependen de la capacidad de los países de acercar sus posiciones y de tener un diálogo franco sobre los temas más políticos que no pudieron solucionarse en Madrid. Entre estos, qué hacer con las unidades y actividades que provienen del Protocolo de Kyoto, así como asuntos de contabilidad de unidades en el Art. 6.4 y qué financiamiento para adaptación podría acordarse en el contexto del Artículo 6.2.”.
Comisión de expertos presenta análisis y recomendaciones para NDC del país
Como más ambiciosa y transparente fue catalogada la propuesta más reciente del gobierno sobre la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, su sigla en inglés), que como punto central establece la carbono neutralidad a 2050.
Esto, luego de que el país presentara por primera vez el anteproyecto a un comité de científicos, compuesto por Maisa Rojas, Rodrigo Palma, Sebastián Vicuña y Anahí Urquiza, quienes estuvieron a cargo de analizarlo.
Según el reporte –entregado ayer a la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt; de Energía, Juan Carlos Jobet, y de Ciencias (MinCiencia), Andrés Couve-, los expertos recomendaron asegurar la evaluación permanente de múltiples escenarios para definir políticas públicas, fomentar el trabajo conjunto de ministerios sectoriales y actores no estatales, e integrar medidas de mitigación de carbono negro -contaminante climático de vida corta, asociado al hollín-, debido a los cobeneficios más allá de los efectos de mitigación.
Desde la cartera de Medio Ambiente, adelantaron que están analizando incluir las medidas de mitigación de carbono negro en la versión definitiva del proyecto, que Schmidt presentará a fines de marzo.
"Estamos muy agradecidos con la 'prueba de la blancura' realizada por los científicos, que confirma que estamos trabajando con altos niveles de ambición en materia de mitigación frente a los efectos del cambio climático", afirmó Schmidt.
Los expertos valoraron, por ejemplo, la alineación que tiene la meta de carbono neutralidad a 2050 y la integración de metas en términos de emisiones absolutas, presupuesto de carbono y un peak de emisiones máximas por año.
Eso sí, el informe señaló que "es necesario comprender mejor el rol del Artículo 6 -mercados de carbono-, al implementar las NDC, y si Chile va a usar enfoques cooperativos en este contexto". Apuntó a que estudios recientes del Banco Mundial y la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA, su sigla en inglés) han hecho hincapié en que este artículo tiene el potencial de reducir sustancialmente los costos de implementación de los compromisos a mediados de siglo, junto con la reducción global de emisiones en gran nivel.