Candidatos constituyentes en cinco claves | Bárbara Figueroa, Juan Ariztía y Arístides Benavente (cap. II)
Los tres aspirantes presentan sus definiciones en derechos de propiedad, medioambiente, seguridad social, derechos laborales y reforma tributaria.
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Desde la inscripción de las candidaturas, los aspirantes a redactar la nueva Constitución se han desplegado en terreno, dentro de lo que la pandemia lo permite, y también en las redes sociales; mientras en el Congreso se presentaron dos reformas constitucionales relacionadas con la Convención Constitucional. Una que busca limitar el gasto de las candidaturas y otra que permite que los chilenos en el exterior también puedan votar en esta elección. Debates que estarán presentes hasta los comicios del 11 de abril.
En este escenario es que esta semana, en DF Constitucional, entregamos una nueva serie de candidatos a la Convención Constitucional, que comparten sus miradas –desde sus respectivos ámbitos- en las cinco áreas que ya hemos definido, la presidenta de la CUT Bárbara Figueroa y los empresarios Juan Ariztía y Arístides Benavente.
1. Derecho de propiedad: El derecho de propiedad tiene, lo que se denomina, todo un estatuto en la Constitución y ese diseño constitucional es el pilar estructurante de la desigualdad en nuestro país, junto a otros pilares como la subsidiariedad. La actual Constitución tiene tres páginas sobre el derecho de propiedad, la Constitución alemana, para hacernos una idea, tiene solo un par de párrafos entre los que se cuentan su regulación y control. Por tanto, es clave no solo revisar este punto, sino por sobre todo, delimitarlo impidiendo que este derecho esté por sobre los intereses nacionales y sociales. Es esta "sobre valoración" del derecho de propiedad lo que ha permitido precisamente que ante la demanda de más Estado o garantía de derechos, primen los intereses particulares.
2. Medioambiente: Si bien la Constitución reconoce el derecho de las personas a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, esto no tiene ninguna correlación con los otros derechos fundamentales. El gran desafío que tenemos como país, y es la gran oportunidad del debate constitucional, es repensar nuestro modelo de desarrollo, eso implica no privilegiar el derecho de propiedad y libertad de emprender, por sobre cualquier otra consideración y resguardar en este debate, lo que a nivel internacional se denomina "Transición Justa", es decir, construir modelos de desarrollo sostenibles, donde el respeto al medio ambiente y su garantía de protección, considerando dentro de ello ecosistemas y recursos naturales, sean prioritarios y consagrados constitucionalmente.
3. Seguridad social: En términos de seguridad social lo que nosotros proponemos es pasar de un sistema de seguros privados, que es lo que tenemos hoy, a un amplio sistema de seguridad social universal, contributiva tripartita, con solidaridad Inter e intrageneracional, de carácter público y con suficiencia en las prestaciones. Este sistema se referencia en su diseño con los pisos de seguridad social propuestos por la OIT para pensiones y OMS en salud. La Constitución debería eliminar cualquier sistema de seguros privados (AFP) y asegurar la seguridad social.
4. Derechos laborales: En este punto, lo primero es pasar desde la libertad de trabajo a la garantía constitucional del derecho al trabajo decente, lo que, por ejemplo, en constituciones como las de Portugal o España existe. Eso implica restituir los derechos esenciales en materia colectiva: derecho efectivo a huelga, derecho a negociación ramal, titularidad sindical, entre otros; pero no sólo se limitan a ello. Desde nuestra perspectiva, el mayor desafío que tenemos es poner como viga maestra de la nueva Constitución el valor del trabajo al centro de la sociedad, comprendiendo en ello derechos individuales y colectivos, pero por sobre todo asumiendo que no hay desarrollo posible de los países si no es gracias al trabajo de sus habitantes y, por tanto, es ese carácter esencial el que debe consagrarse constitucionalmente.
5. Reforma tributaria: En términos de tributación, si bien es complejo que la constitución establezca un sistema tributario, lo que debe quedar establecido, y lo que propondremos, es que el sistema tributario sea progresivo en el cobro de los tributos. Debe tener equidad horizontal y equidad vertical; pero, además, debe ajustarse a las necesidades de gasto social, es decir, se debe fijar primero el gasto social necesario y luego determinar la necesidad tributaria del país y no al revés.
1. Derecho de propiedad: Es un pilar esencial para asegurar la libertad individual, condición necesaria para el bienestar. La evidencia estadística demuestra que el índice de progreso humano medido por Naciones Unidas, incluso corregido por nivel de desigualdad, está altamente correlacionado con el nivel de fortaleza del derecho de propiedad. Las naciones con mayor resguardo al derecho de propiedad en sus constituciones son las que tienen el mayor índice de desarrollo humano, así de simple. Este principio se extiende al derecho de propiedad sobre derechos de agua y explica por qué la mayor parte de los países exitosos en producción y exportación de alimentos, como Australia, Canadá, Alemania, Suecia, algunos estados en EEUU como California y otra serie de países que representan nada menos que el 40% de la población mundial, tienen sistemas con derechos de agua transables similares al chileno, lo que también explica parte de nuestro éxito hasta ahora en la materia.
2. Medioambiente: La Constitución debe adoptar el estándar de países desarrollados en esta materia, asegurando el derecho a la vida en un medio ambiente sano, que promueva el desarrollo social y económico. Para ello, el cuidado del medioambiente no puede ser planteado como algo antagónico con el desarrollo, sino que complementario. Para lograrlo, la institucionalidad medioambiental debe ser reforzada y blindada de intereses particulares, exigiéndole celeridad en sus procesos y rigor técnico en sus definiciones. Finalmente, es fundamental asegurar la conservación de ecosistemas valiosos, que están representados en nuestros parques nacionales y reservas. Se requiere en el futuro que ellas sean administradas en forma más adecuada, asegurando que se constituyan en motores de bienestar en su entorno y no en frenos hacia su desarrollo.
3. Seguridad Social: Los sistemas de pensiones en el mundo desarrollado están siendo gradualmente transformados en sistemas de capitalización individual. Ello se debe a que los sistemas de reparto no son demográficamente sustentables lo que obliga a los países a un gasto fiscal incremental e insostenible. Los sistemas de reparto que existen en el mundo están todos, sin excepción, desfinanciados. La población mayoritariamente prefiere que los incrementos de cotizaciones sean destinados a sus propias cuentas de capitalización; destinar una fracción de la cotización a reparto es un impuesto directo al trabajo. La solución al bajo nivel de pensiones, que afecta principalmente a quienes no cotizaron regularmente o que cotizaron por montos inferiores a su sueldo debe resolverse temporalmente con cargo al gasto fiscal. En materia de salud, la modernización pasa necesariamente por la libre elección, en que el paciente elige en donde atenderse.
La Constitución y las leyes deben resguardar derechos laborales, incluyendo el de la libertad de asociación, manteniendo condiciones de flexibilidad laboral que permitan aumentar el nivel de empleo de tal forma de asegurar oportunidades de desarrollo y bienestar que la sociedad espera.
5. Reforma Tributaria: Las reformas tributarias no son objetivos en sí mismos. Son medios para lograr objetivos de recaudación. En las circunstancias actuales, aumentar impuestos con el propósito de aumentar un gasto fiscal ineficiente en un país que sufre de baja inversión y bajo nivel de crecimiento, es equivalente a inyectar morfina a un enfermo que agoniza. Es un cuidado paliativo sin intención de sobrevivencia. La forma de salir adelante utilizada por los países que han estado en situaciones similares y lo han logrado ha sido la contraria, esto es, controlar, hacer eficiente el gasto público y reducir impuestos a un nivel que permita aumentos importantes de inversión, asegurar flexibilidad laboral y reducir la burocracia que ahoga la competitividad de nuestras industrias.
1.Derecho de propiedad: Los derechos de propiedad deben estar garantizados en la nueva Constitución, ya que son la base del desarrollo de los países y las personas, pero es importante legislar para que siempre se vele por establecer límites claros a la propiedad, para que no se vean afectados los derechos de los demás ni se sobrepasen los límites impuestos por la ley. Un ejemplo claro de esto es apreciable en el tema del agua, recurso que debe dejar de verse como un "bien de consumo". En mi opinión, la nueva Constitución debe garantizar que todos los habitantes del país cuenten con acceso a este bien esencial, pero también debe garantizar el cuidado de este recurso clave para mantener el ecosistema.
2. Medioambiente: Creo que la innovación, la productividad y el crecimiento económico deben estar contenidos en políticas que mitiguen el riesgo del cambio climático y protejan nuestra biodiversidad y nuestro medio ambiente. No seremos un país próspero si, para lograr el éxito económico, dañamos el planeta en el que vivirán las futuras generaciones. En una nueva Constitución, el Estado debe ser el protector del medio ambiente.
3. Seguridad Social: En relación a las pensiones, considero que es primordial trabajar y dialogar para lograr que nuestros adultos mayores tengan pensiones dignas, que les garanticen una buena calidad de vida y así devolver todo lo que entregaron. En cuanto a la salud, es necesario que unamos fuerzas y trabajemos juntos para crear un sistema de calidad donde quepamos todos, sea justo y equitativo. Las diferencias entre el sector público y privado deben reducirse, para ser capaces de garantizar servicios de salud de mejor calidad para todos los habitantes del país y, en consecuencia, una mejor calidad de vida.
4. Derechos laborales: En materia de derechos laborales, considero que se deben fortalecer y endurecer los estándares y mecanismos para que nadie se vea vulnerado dentro de su ambiente laboral. Por otro lado, debemos garantizar la libertad de trabajo y el derecho a su libre elección, donde el emprendimiento sea visto como una herramienta de movilidad social, como motor de la economía y como generador de empleos. Por eso, necesitamos un marco institucional que promueva la innovación y la libertad de emprender.
5. Reforma tributaria: En temas tributarios y como regionalista, considero que las regiones y las empresas deben nutrirse la una de la otra y para ello es importante que estas tributen con beneficio a la región donde se ubican. Esto permitirá un mayor desarrollo de las regiones y finalmente una mejor calidad de vida de sus habitantes.