PDI alerta que ha recibido más de 3 mil denuncias por uso fraudulento de tarjetas en 2021

Uno de los cambios sociales que trajo la pandemia fue la disminución del uso del efectivo como medio de pago. Muestra de ello es la escasez de monedas en el comercio.

Ante el incremento del uso de las tarjetas la Policía de Investigaciones (PDI) ha recibido 3.039 denuncias entre enero y octubre de 2021 por el delito de uso fraudulento de tarjetas de débito y crédito.

En la PDI indican que se trata de un delito que ha ido en aumento en los últimos años -en 2010 se recepcionaron 610 denuncias en el mismo período- y que en época navideña, prospera aún más.

El subprefecto y jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos de la PDI, Marcelo Romero, comenta que el incremento de las denuncias ha sido impulsado en parte por su mayor uso, y por el alza de la emisión de estos plásticos.

De acuerdo a los últimos datos disponibles de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), a septiembre existían más 17,3 millones de tarjetas de crédito vigentes y un parque de 23,8 millones de tarjetas de débito vigentes.

La banda delictual

Romero relata que quienes cometen estos delitos son bandas organizadas, algunas de ellas nacionales y otras internacionales.

“Se trata de organizaciones delictuales porque requieren de varias personas que cumplan distintos roles”, menciona.

Ejemplifica que cuando se está en presencia de un delito que comienza con la clonación de la tarjeta, necesariamente se requiere que la organización tenga una persona que instale los dispositivos en un cajero automático.

Las herramientas que se utilizan son falsas ranuras donde se introducen las tarjetas o se instala una microcámara para poder captar la imagen cuando el usuario digita la clave secreta al momento de operar en un cajero automático.

También, dice Romero, las bandas reclutan a un operador o un vendedor de un local comercial para que utilice un dispositivo lector de tarjetas alterado o falso para poder clonar.

Otro perfil que buscan las bandas es una persona que reciba estos dispositivos cuando son utilizados por las personas que serán engañadas.

El modus operandi incluye a alguien con conocimientos y experiencia más técnica en la banda, que realice el traspaso de la información mediante la clonación a un plástico que sea falso.

En el equipo también hay un receptor del dinero que ha sido obtenido de manera fraudulenta con las tarjetas en sus cuentas bancarias a cambio de una comisión.

El trabajo investigativo

Romero afirma que “el ideal es poder detener a la organización completa, pero es más difícil, a menos que se haga un trabajo policial e investigativo exhaustivo”.

Añade que “va a ser muy difícil llegar a la cúpula de la organización porque toman todos los resguardos necesarios para no ser detectados”.

El funcionario de la PDI señala que “los miembros que están más abajo de la pirámide no tienen conocimiento de quiénes están en la cúpula para evitar que sean detectados los autores intelectuales. Lo más usual es que se detengan a las personas que están en la línea inferior, que son los que usan la tarjeta que fue clonada en los establecimientos comerciales porque quedan rastros”.

Una nueva forma de clonación es a través del uso de softwares maliciosos que se instalan mediante phishing que capturan los datos de la tarjeta sin que el usuario la saque.

También puede ocurrir la clonación física de una tarjeta en una ranura y con una cámara que capte la clave secreta, o bien, con POS que están adulterados o son falsos.

Cómo cuidarse

Romero considera que es ideal que todas las entidades financieras cambien la tecnología de la tarjeta de banda magnética a chip.

“En teoría el chip no debería ser clonado y tiene dos cualidades. Primero, tiene la información encriptada y la otra, la información que posee es dinámica y va cambiando”, explica.

Menciona que los períodos en donde se ve un incremento del uso fraudulento de tarjetas son durante las Fiestas Patrias y en Navidad.

Por ello, hace un llamado a las personas para que cambien periódicamente sus claves secretas, cubrir con la mano al momento de introducir las claves en los dispositivos, no enviar fotos de las tarjetas a través de WhatsApp y siempre tener a la vista la tarjeta al momento de pagar en un POS, entre otras recomendaciones.