Gremio de factoring en alerta por situación económica de la construcción y el agro
El presidente de la Asociación Gremial de Empresas de Servicios Financieros (EFA), Ricardo Schliebener, indicó que “lo que se viene el próximo año es bien preocupante”.
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El escenario económico que se está proyectando para el próximo año genera preocupación en la Asociación Gremial de Empresas de Servicios Financieros (EFA).
El presidente del gremio, Ricardo Schliebener, indica a DF que “estamos muy preocupados por lo que está pasando y cómo se están conjugando elementos macroeconómicos que perjudican la actividad”.
Esto, pues apunta que las altas de interés y las presiones inflacionarias están afectando a las PYME, uno de los principales clientes de los factoring.
“Estas discusiones (tributaria) que son tan sensibles para hacer inversiones o reorganizaciones, mientras más se demoren, más hace que el escenario sea más incierto”.
A este escenario se agrega la incertidumbre que está generando la reforma tributaria: “Estas discusiones que son tan sensibles para hacer inversiones o reorganizaciones, mientras más se demoren, más hace que el escenario sea más incierto”, dice.
Por ello, Schliebener remarca que “lo que se viene el próximo año es bien preocupante”.
Dado este contexto, el presidente de EFA enfatiza la importancia de poder sacar cuanto antes el proyecto de ley de Fogape que está enfocado en entregar financiamiento a PYME debido a la recesión económica que se avecina.
“No hemos sido capaces de que este proyecto de ley salga, que es tan importante para las PYME y su futuro de financiamiento, y se esté demorando tanto. Lo importante es que salga luego”, sostiene.
El estado de la industria
En cuanto a la situación de las empresas del gremio, Schliebener indica que las fuentes de financiamiento no han tenido mayores alteraciones.
Por un lado, expone que, por ahora, la banca no ha hecho grandes restricciones aunque los fondos de inversiones están mirando con mayor cautela las exposiciones en algunos sectores económicos.
En tanto, la morosidad ha ido aumentando levemente en el tramo a 30 días. Hoy se sitúa en torno al 4%, asegura el ejecutivo.
Advierte que “todos estamos de una manera sometidos a los riesgos del deterioro general de las distintas industrias”.
Las alarmas
Sobre este último punto, profundiza que uno de los rubros con mayor foco de preocupación es el negocio inmobiliario y de la construcción.
Señala que “todos los indicadores son muy malos: la cantidad de permisos otorgados, la disminución de los créditos hipotecarios, la falta de inversión está afectando a las constructoras”.
Con este telón de fondo, indica que “el escenario que viene para el próximo año es complejo. Necesariamente creemos que es importante generar incentivos para esa industria, tanto en la reforma tributaria como en financiamiento, con una reactivación importante de los proyectos, con planes importantes de obras públicas”.
Otro sector que genera incertumbre es la agricultura. Afirma que el rubro “enfrentó una temporada difícil donde se atrasaron sus retornos productos de los retrasos en los embarques y no toda la mercadería llegó en buen estado. Fue un año difícil para el mundo exportador, principalmente el ligado a la fruta”.