Ngozi Okonjo-Iweala, la economista nigeriana que se apronta a hacer historia en la OMC
La primera ministra de Finanzas de su país y exdirectora gerenta del Banco Mundial tendría el camino despejado luego del desbloqueo de EEUU a su candidatura. En los próximos días los países miembros confirmarían su nombramiento.
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No solo la primera mujer, sino también la primera persona africana en llegar al cargo más alto de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Ella es Ngozi Okonjo-Iweala, quien luego de meses de incertidumbre y conflictos, durante las próximas semanas sería confirmada como la próxima directora general de la entidad multilateral.
Educada en Harvard y con un doctorado en Desarrollo Económico en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la nigeriana de 66 años habría logrado ganarse el apoyo transversal de los 164 miembros que componen la OMC tras el cambio de administración en Estados Unidos.
Con el respaldo público de personalidades como el execonomista jefe del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, y el exembajador del país ante Naciones Unidas, John Negroponte, el viernes recién pasado -horas después de que renunciara su única contrincante, la surcoreana Yoo Myung-hee- la oficina del Representante de Comercio de Joe Biden contradijo el bloqueo que había impuesto Donald Trump a la candidata nigeriana a fines de octubre.
“La doctora Okonjo-Iweala aporta una gran cantidad de conocimientos en economía y diplomacia internacional”, dice la primera declaración de la oficina, que define a la economista como “muy respetada por su liderazgo eficaz y tiene experiencia demostrada en la gestión de una gran organización internacional con una membresía diversa”.
Tal como destaca la administración Biden, la futura directora general de la OMC tiene una extensa trayectoria. Se ha hecho mundialmente conocida por haber liderado la lucha contra la corrupción en su natal Nigeria, durante su primer período como la primera ministra de finanzas del país, desde 2003.
Mientras se ganaba el apodo de “Okonjo Wahala”, o “Okonjo, la creadora de problemas”, también logró que en 2005 Nigeria obtuviera su primera calificación de deuda soberana, luego de liderar un equipo que negoció la cancelación de US$ 18 mil millones de deuda con el Club de París.
Luego asumió como la también primera ministra de Relaciones Exteriores, y años más tarde -entre 2011 y 2015- volvió a liderar las finanzas públicas nigerianas, período en el cual se enfrentó al secuestro de su madre por parte de un grupo que le exigía la renuncia al cargo, que finalmente no prosperó.
Antes de ello, en 2007, se instaló en Washington junto a su familia para convertirse en la directora gerenta del Banco Mundial, organismo en el que ha trabajado por más de 25 años. Durante esas más de dos décadas, se le atribuye el haber encabezado iniciativas para ayudar a los países de bajos ingresos, lo que se traduce en la recaudación de casi US$ 50 mil millones en 2010 para la Asociación Internacional de Fomento, iniciativa del banco.
Es miembro de las juntas directivas de Standard Chartered Bank, Twitter, African Risk Capacity y hasta hace poco fue presidenta de la Alianza Global para Vacunas e Inmunización (GAVI), cargo desde el cual pudo ver de cerca el rol del comercio global en el despliegue de vacunas.
“Sacudir el lugar”
Además de la reactivación de un organismo que lleva meses paralizado por falta de liderazgo, los expertos y gobiernos de todo el mundo están atentos a lo que Okonjo-Iweala hará sobre la esperada reforma al organismo multilateral, que lleva más de un año con el Órgano de Apelación paralizado a manos del expresidente Donald Trump.
En un escenario de desconfianza y proteccionismo, la economista se ha comprometido a encontrar puntos en común entre los distintos miembros de la OMC, habiendo declarado en una entrevista a Bloomberg que “escucharé a los países desarrollados, escucharé a los países en desarrollo avanzados y los países menos desarrollados y preguntaré ‘¿Dónde hay puntos en común?’”.
Okonjo-Iweala espera adjudicarse algunas victorias como un acuerdo multilateral para frenar los subsidios pesqueros dañinos, y es optimista sobre las perspectivas de un acuerdo para gobernar el mercado global de comercio electrónico de US$ 26 billones (millones de millones) que podrían reducir obstáculos para las gigantes tecnológicas.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, la define como “una mujer maravillosa, suave y muy gentil con un enfoque auténtico de los problemas”, pero aclara que “debajo de ese guante suave hay una mano dura y una voluntad fuerte”. “Ella va a sacudir el lugar”, dijo.
Si bien no hay fecha establecida, se espera que en los próximos días el presidente del consejo general de la OMC, David Walker, ponga fin a la vacancia que dejó el brasilero Roberto Azevedo y anuncie una reunión para que los 164 miembros aprueben por consenso el nombramiento de Okonjo-Iweala, por un período de cuatro años y con posibilidad de reelección.